UN PODEROSO SALVADOR

San Lucas 1:57-80

V, Clave 1:68-69 “Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo, y nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David, su siervo”

Feliz Navidad. ¡Alabo a mi Dios por haber bendecido adoración navideña la semana pasada! Cada programa; el mensaje, coro, danzas, trio Drama, decoración manifestaba de buenas nuevas de gran gozo de Jesús para todos asistentes. Realmente buenas nuevas de gran gozo fluyó entre los corazones que lo oyeron. 

Hoy compartiremos la alabanza de gran gozo de Zacarías por estas buenas nuevas. Su alabanza no es solo un agradecimiento particular, sino es una bendición y profecía sacerdotal sobre el advenimiento de un poderoso Salvador. ¿Cuál será el significado de ‘un poderoso Salvador’ que Zacarías cantó? ¿Cómo lo es hoy para nuestra vida? Oro que Dios nos conduzca el corazón a alabar junto con Zacarías.   

I. SE LLAMARÁ JUAN (57-66)

Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo. Esto sucedió tal como el ángel del Señor había anunciado. “Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas, porque tu oración ha sido oída y tu mujer Elisabet dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Juan” (13). Su promesa siempre cumple sin fallar y sin importar la creencia humana. Dios es fiel con su promesa. Este alumbramiento engrandeció a Elisabet quien había sido una mujer estéril (57). Dios quien ve todo en secreto y les trajo el mejor regalo a Zacarías y Elisabet quienes fueron fieles a los mandamientos y ordenanzas del Señor (6). El regalo de Dios trae un gran gozo no solo a esa persona que lo recibe, sino también a todos que lo oyen. Al oír los vecinos y los parientes que Dios había engrandecido para con ella su misericordia, se regocijaron con ella (58). 

Con este regalo de Dios, ¿Qué discusión sucedió en la casa de Zacarías? Observemos el verso 59. Aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y lo llamaban con el nombre de su padre, Zacarías. El circuncidar al niño al octavo día y nombrarlo era una tradición judía. Todos querían llamar al niño nacido con el nombre ‘Zacarías’. “¡Qué bello Zacarías Jr.! ¿Vas a levantar la casa de tu papá Zacarías, verdad?”. Pero Elisabet dijo “¡No! Se llamará Juan!”. Esto causó la confusión entre la gente. “¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre.” Entonces preguntaron por señas a su padre cómo lo quería llamar. Él, pidiendo una tablilla, escribió: “Juan es su nombre.” Y todos se maravillaron. Quizás todos habrían mirado con dudas a Zacarías y Elisabet. Pero en este momento ocurrió otra vez una intervención de Dios con Zacarías. 

Vamos a leer 64. “En ese momento fue abierta su boca y suelta su lengua, y comenzó a bendecir a Dios.” Cuando se manifestó la obediencia de Zacarías a la palabra del ángel, la disciplina de Dios se terminó. Su boca fue abierta y se le soltó su lengua. Desde ese momento, de su boca salió la alabanza a Dios. “Bendito el Señor Dios de Israel”. Su alabanza era como cuando un embalse descargara su agua reservada a la vez. La disciplina de Dios duró 9 meses aproximadamente. No era tan corta. Pero durante ese periodo, Zacarías se volvió otra persona llena de alabanza y en confianza a la promesa de Dios. 

Durante ese periodo de mudez, Zacarías entró en la comprensión de maravilloso plan de Dios sobre el advenimiento del Cristo. Al entrar en esa comprensión dada por Dios, él no pudo estar callado sino alabar a Dios con toda su fuerza. Por este fenómeno milagroso, se llenaron de temor todos sus vecinos, y en todas las montañas de Judea se divulgaron todas estas cosas. Los que las oían las guardaban en su corazón, diciendo: «¿Quién, pues, será este niño?» Y la mano del Señor estaba con él.  

 Aquí llegamos a entender de la cualidad de la disciplina de Dios. Zacarías era un sacerdote fiel y noble. Sin embargo, espiritualmente le hacía falta tener una buen comprensión del plan de Dios y una fe de clase que Dios quería que él tuviera. Para este buen propósito a Zacarías se necesitaba una disciplina del Señor. El tiempo de su mudez no era un tiempo nada agradable para él, pero por este tiempo disciplinario divino, de su boca ya no salía ninguna palabra incrédula, ni reclamo, ni descontentamiento por el estilo, sino solo lleno de alabanza y agradecimiento torrencial por la obra de Dios.  

Todos los creyentes saben que una disciplina de Dios produce algo bueno y necesario en su vida. Pero diciendo honestamente, la mayoría de nosotros no queremos recibirla o si es posible, que lo pasemos por el mínimo, porque no queremos pasar soledad y dolor que vienen con ello. Con todo, Dios nos lleva a ese lugar para moldear y transformar nuestro hombre interior. Dios quiere estar solo con nosotros (Dios y mi persona solo los dos). Dios a través de esta disciplina nos lleva al lugar de su presencia y nos ayuda a reflexionar y comprender su palabra con la profundidad necesaria en oración y algunas veces en llanto. Este proceso es indispensable para ser transformado en una persona conforme a su voluntad. Si lo fue con Zacarías, también es con nosotros. Creamos que Dios nos da su disciplina amorosa para darnos a entender su plan maravillosa hacia nuestra vida. Oro que Dios nos haga una persona disciplinada por su mano divino para su gloria. 

Pues, ¿Cuál era lo que alabó Zacarías?       

II. UN PODEROSO SALVADOR

 Vamos a leer el verso 68. “Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo,” Su alabanza se debe a que Dios ha visitado y redimido a su pueblo. Zacarías personalmente había experimentado la visita de Dios en su vida personal. En su vejez solo por su misericordia pudo ser papá de Juan. Y pudo ser el padre del precursor del Cristo. Ahora su alabanza dirige a Dios mismo quien ha visitado y redimido ‘a su pueblo’. Zacarías sabía que Dios vendría visitando a su pueblo cuando lo hacía antiguamente. En la esclavitud de Egipto, en la esclavitud de los enemigos vecinos entre los jueces, en la esclavitud del exilio babilónico, Dios le había visitado a su pueblo Israel y los libraba de sus manos. Ahora bajo la esclavitud del imperio romano, Dios ha visitado y redimido a su pueblo. En concreto, su visita es con un poderoso Salvador. “Nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David su siervo” (69). Su alabanza es por un poderoso Salvador. ¿Quién sería este poderoso Salvador? ¿Por qué Zacarías lo habló así ‘un poderoso Salvador’?

Primero, Salvador de su santo pacto (69-73). Zacarías dijo ‘un poderoso Salvador en la casa de David’ (69b). David era un símbolo de poderoso salvador. “Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue” (2S.8:6,14) David salvaba a Israel de todos sus enemigos. Además Dios le había dado un pacto del Mesías a David (2S.7:12-13). Este poderoso Salvador había sido prometido por Dios mismo y por sus profetas en toda la escritura. Zacarías lo expresa así; ‘como habló por boca de sus santos profetas’ (70), ‘acordarse de su santo pacto; del juramento con Abraham’ (73). Durante casi 4000 años Dios venía visitando a su pueblo y finalmente les ha visitado por cumplir ‘su santo pacto con Abraham y David’. 

Este pacto es muy significativo a los ojos de Zacarías, porque él era un sacerdote que trataba toda la ley de Dios por el pueblo. Zacarías se dio a entender que Dios ahora ha cumplido ese pacto en su tiempo. Zacarías entendió que naciera un poderoso Salvador, porque es el cumplimiento de su pacto y toda la escritura finalmente. Dándose cuenta de que ya llegó el tiempo del cumplimiento de su santo pacto, Zacarías le bendijo en gran manera. “Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo,”  

Segundo, el cuerno de salvación (69, 74-77). Vamos a leer el verso 69 otra vez. “y nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David, su siervo” Zacarías expresó ‘un poderoso Salvador’ que fue traducido de la palabra ‘el cuerno de salvación’ en griego. O sea podemos leer este versó literalmente así “y nos levantó un cuerno de salvación en la casa de David, su siervo.’ (a horn of salvation – ESV, KJV, NIV, NASB) ‘El cuerno’ es ‘keras: κέρας’ (gr.). En general ‘el cuerno’ se considera como un símbolo de poder, ya que en palestina los animales de cuerno demostraban su fuerza contra fieras con esos cuernos fuertes. En la escritura ‘el cuerno’ representaba también ‘fuerza’ (1R. 22:11) o ‘soberanía del rey’ (Dan. 7:24)’. David alabó a Dios como ‘el cuerno de salvación’ (Sal. 18:2). Y también ‘el cuerno’ puede entenderse como una exaltación (Sal.75:10). Con todo, estos simbolismos no explican por completo del significado de ‘cuerno de salvación’. 

Para entender este cuerno de salvación, tenemos que considerar que Zacarías era un sacerdote. Para Zacarías ‘el cuerno’ tenía un significado mucho más profundo y espiritual. Zacarías, cuando decía ‘el cuerno de salvación’, entendía muy bien la funcionalidad especial y única del cuerno del altar en el santuario dónde trabajaba. Recordemos que cuando el ángel Gabriel se le apareció a Zacarías, él se puso de pie a la derecha del altar de incienso que tenía cuatro cuernos en sus esquinas (Lc.1:11). 

El altar de bronce de holocaustos en el atrio y el altar de incienso en el santuario tenían cuernos en las cuatro esquinas del altar. Según lo mandado por Dios, la sangre del animal de sacrificio fue rociada sobre el cuerno. Levítico 4:7 “El sacerdote pondrá de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, que está en el Tabernáculo de reunión delante de Jehová, y echará el resto de la sangre del becerro al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del Tabernáculo de reunión.” El cuerno tenía el poder de salvación por la sangre rociada de sacrificios. Dios ordenó que el sumo sacerdote hiciera ‘expiación sobre los cuernos del altar una vez al año’. “Aarón hará expiación una vez al año sobre los cuernos del altar con la sangre del sacrificio, como expiación por el pecado; una vez al año hará expiación sobre él en vuestras sucesivas generaciones. Muy santo será a Jehová”. (Éx 30:10) Y quien cometiera una falta grave y tomara este cuerno de altar de bronce, pudo ser salvo de pena de muerte (1 reyes 1:50). Así el cuerno tenía un significado de salvación con la sangre rociada sobre ello. 

Zacarías como un sacerdote entendió muy bien que aún la sangre de animal pudiera dar el perdón de pecados a los hombres aunque fue limitado en su eficacia. Zacarías siendo un sacerdote habría practicado ese oficio de echar sangre del animal sobre los cuernos del altar. Pero debiera conocer bien la limitación de los sacerdotes humanos para intermediar entre Dios santo y los pueblos (Heb. 5:1-2). Debiera conocer que la sangre de animal es solo una sombra de lo verdadero que iba a venir. Entendió que ya llegó el cuerno verdadero que salva a los hombres de sus pecados. Zacarías profetizó en el verso 77. “para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para perdón de sus pecados” 

La esclavitud fundamental que hace miserable a los hombres es el pecado. El poderoso Salvador vino a salvar a los hombres de esa esclavitud, no de la esclavitud política terrenal. Aunque fuera un ciudadano romano, no puede estar libre de esta esclavitud. Apóstol Pablo quien tenía una ciudadanía romana dijo. “¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Rom. 7:24) Como dice el verso 79ª, todos los hombres vivían esa miseria por sus pecados. “a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte” 

Y ahora cualquier persona que le acude y toma ese cuerno de salvación, puede experimentar este gran poder de salvación junto con el perdón de pecados. El poder de la sangre rociada en la cruz inmediatamente purifica a un pecador y le otorga la santidad y justicia delante de Dios. Su sangre hace llegar a los hombres al lugar santísimo sin temor. Su sangre tiene el poder que transforma a un pecador como hijo o hija de Dios y le hace servir todos los días. El poder de su sangre puede convertir a un pecador a un gran siervo de Dios que sirve a muchedumbre de naciones. El cuerno de salvación se nos da como un rescate perfecto para dar perdón de pecados eternamente como dice el verso 75. “en santidad y en justicia delante de él todos nuestros días.” Alabo a mi Dios quien nos levantó ‘un poderoso Salvador (Cuerno de salvación)’. 

Yo fui una persona que andaba realmente en tinieblas y en sombra de muerte. Un vacío gigante y temor me perseguían por mis pecados, incertidumbre del futuro y miedo a la muerte. Aunque fui un hombre libre secularmente, fui un esclavo del pecado que me hacía todos los días. Dios lo sabe. Pero ahora mi cuerno de salvación me rescató con la sangre rociada del Cristo sobre ello. Me visitó y redimió, liberándome de esa esclavitud mediante el Cristo. Este cuerno me salvó y me hizo ser un misionero feliz, un mensajero alegre y a un servidor voluntario. Alabo a mi poderoso Salvador eternamente. El cuerno de salvación sigue salvando las almas de la misma manera entre nosotros. Oro que podamos llevar una vida que alabe su salvación como Zacarías. Amén.

 Tercero, salvación de la entrañable misericordia. Vamos a leer el verso 78. “por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora” Zacarías empleó dos veces la palabra ‘misericordia’ en su alabanza. ‘para hacer misericordia con nuestros padres’ (72ª), en 78 se dice ‘la entrañable misericordia’. ‘entrañable’ puede entenderse como ‘muy afectuoso’. Esta misericordia es lo que tiene los padres hacia sus propios hijos cuando ellos sufren. La venida del Cristo es una expresión de entrañable misericordia de Dios que excede a todo pecado de la humanidad.  

El motivo de la visita de este poderoso salvador es por la entrañable misericordia, no por algún hecho digno a esa salvación. ‘La entrañable misericordia’ puede entenderse ‘solo por su misericordia’. Si no fuera su misericordia, nadie pudo llegar al Padre Dios (Jn. 14:6). Zacarías conocía muy bien que los sacerdotes que trabajaban en el santuario también necesitaban la misericordia para poder hacer sus oficios en el santuario, incluso el sumo sacerdote. “Porque todo sumo sacerdote es escogido de entre los hombres y constituido a favor de los hombres ante Dios, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados, / él puede mostrarse paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad,” (Heb.5:1-2) El poderoso Salvador es una prueba de su entrañable misericordia, porqué él salva a todos los que son rodeados de su debilidad y pecaminosidad.   

Su entrañable misericordia viene como la aurora. Cuando empieza a vislumbrar y amanecer, toda oscuridad se termina por la luz del sol saliente. En el día nadie anda por el miedo de oscuridad. Su entrañable misericordia es como un calor del sol saliente que disipa toda oscuridad y tinieblas en nuestro corazón. Los que comprenden y viven su entrañable misericordia, se salvan y se fortalecen cada día. Y solo y cuando experimentamos personalmente esa misericordia, llegamos a ser las personas misericordiosos entrañablemente con los demás que sufren por sus pecados. 

En conclusión, Dios nos levantó un poderoso Salvador que es un cuerno de salvación. La sangre rociada en la cruz por Jesús tiene el poder de salvar inmediata y eternamente. Cuando tomamos su cuerno del altar del Cristo, seremos justo y santo delante de Dios y le serviremos sin temor todos nuestros días. y alabaremos como Zacarías; “Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo”. ¡Cuán grande, divina y asombrosa es esta entrañable misericordia! Oro que Jesús sea el cuerno de salvación perfecta y eterna para usted y mi persona. Amén.