Daniel 8:1-27

8:1 En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes.
8:2 Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai.
8:3 Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después.
8:4 Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía.
8:5 Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos.
8:6 Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza.
8:7 Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder.
8:8 Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.
8:9 Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa.
8:10 Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó.
8:11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra.
8:12 Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó.
8:13 Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?
8:14 Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado.
8:15 Y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mí uno con apariencia de hombre.
8:16 Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión.
8:17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.
8:18 Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie.
8:19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin.
8:20 En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia.
8:21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.
8:22 Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él.
8:23 Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas.
8:24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos.
8:25 Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana.
8:26 La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días.
8:27 Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía.

Entiende la visión de Dios para ti


Tengan todas y todos un feliz y bendecido día del Señor. Desde hace ya unas 6 semanas hemos estado ayunando todos los domingos durante toda la mañana teniendo en mente varias peticiones, algunas de ellas personales, otras a nivel congregacional, otras para batalla espiritual, otras para poner en manos de Dios las diversas actividades que durante estos meses estaremos realizando en nuestro ministerio de UBF – Mérida. Entre ellas nuestro Encuentro Bíblico a realizarse el día sábado 18 de mayo el cual tiene por nombre: “Jesús, Esperanza Viva” con la visión de llevar un mensaje de ánimo, fortaleza y esperanza a cada uno de los participantes a dicha actividad.

En el día de hoy estaremos continuando en nuestro estudio del libro de Daniel en su capítulo 8, en el que veremos la segunda visión que Dios le muestra a Daniel y en la que aparecen en esta ocasión dos animales, un carnero y un macho cabrío, cada uno con su propio significado y cada uno con un propósito específico. Pero al igual que en el mensaje anterior, durante el día de hoy no estaremos tocando aquellas partes que son susceptibles a interpretaciones diversas y algunas de las cuales opuestas, lo cual no es el objetivo de estas predicaciones, sino que mas bien estaremos hablando de una parte histórica bien definida y sin matices, con referencia y evidencia bíblica y lo más importante con aplicaciones que puedan servirnos a nosotros en nuestro día a día para nuestro crecimiento espiritual y para testimonio a otras personas que están comenzando a seguir al Señor.

Me parece importante mencionar que los capítulos en el libro de Daniel no son cronológicos entre sí, es decir, no en todos los 12 capítulos el orden de ocurrencia de los sucesos es exactamente seguido. Por ejemplo, vemos en los capítulos 7 y 8 en su primer versículo que la biblia dice “En el primer año…” y “En el año tercero…” respectivamente, ambos versículos mencionan a Belsasar, quien fue el último rey de Babilonia. Por lo que el capítulo 6 que habla de Darío de Media y Persia el conquistador de Belsasar de Babilonia en cronología sucede al capítulo 8 y si lo vemos cronológicamente los capítulos serían 5, 7, 8 y 6… pero también explicaba la semana pasada que el libro de Daniel no tiene como propósito narrar una historia cronológica de sucesos, sino más bien tiene una parte histórica y otra profética, aunque cada parte por separado tiene su propia cronología.

Dicho esto, comencemos a entrar en el contenido del mensaje de hoy leyendo el primer versículo “En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes.” En este versículo podemos ver que Daniel tuvo sus visiones cuando Belsasar aún era rey en babilonia, en esta oportunidad fue en el tercer año de su reinado y aproximadamente Daniel tenía para este momento 70 años de edad. Al parecer según lo que el versículo podría insinuar, desde aquella vez en el capítulo 7 hasta el momento Daniel no había tenido más visiones, aproximadamente en dos años no hubo ninguna visión. Esto de entrada me hace pensar que, aunque en la biblia hay líderes de fe que tuvieron la oportunidad de tener visiones e interpretarlas, no se la pasaban a cada momento soñando e interpretando, sino que Dios les hablaba en el momento que Él establecía como más oportuno y ellos se dejaban usar por el Señor para cumplir Sus propósitos.

A veces tendemos a creer por ejemplo que Moisés a cada rato hacía maravillas como la de abrir el Mar Rojo; o creemos que Dios le hablaba a Abraham con voz audible cada día o tal vez un día sí y otro no; o que Daniel vivía de visión en visión y de interpretación en interpretación, pero no es así, estos hombres experimentaron a Dios de una manera súper especial, sin embargo, la ocurrencia de esos hechos no es necesariamente frecuente. Igualmente nos pasa a nosotros, no todos los días Dios nos da bendiciones de gran tamaño, ni todos los días experimentamos sanidad en nuestro cuerpo, ni todos los días se convierten almas a Cristo en la iglesia, más lo que, a nivel de aplicación debemos meditar, es que aunque pase un día sin mayores acontecimientos en nuestra bitácora de sucesos, debemos mantener nuestra relación con el Señor y no abandonar aquellas cosas básicas que hacen que diariamente sí recibamos de Dios bendiciones pequeñas y que pasamos desapercibidas, como por ejemplo el despertar un día más, el tener salud, el tener un lugar dónde dormir, el tener un alimento que comer, el tener nuestra familia con bien, etc.

Leamos V2: “Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai.” Es muy probable que Daniel haya tenido la visión en pleno día, porque dice el versículo que estaba junto al río y en el siguiente dice que alzó sus ojos y comenzó a ver, a diferencia del capítulo anterior en el que dice explícitamente que estaba en su lecho y comenzó a ver visiones. Dice también el versículo que Daniel se encontraba en Susa la capital de babilonia de ese momento. Babilonia por ser un imperio en plena expansión territorial, precisaba cambiar su capital cada cierto tiempo, al parecer las principales razones son de motivo estratégico en cuanto a la movilización militar de conquista y porque a medida que se avanzaba en terreno se encontraba un mejor lugar para establecer el centro de operaciones de dicho imperio.

Leamos V3,4: “Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después. Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía.” En estos versículos podemos apreciar que primeramente Daniel ve un carnero de dos cuernos, el cual en un principio tenía poder y dominaba todo a su alrededor, este carnero cuando leemos el V20 que dice “En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia.” se refiere al imperio medo persa. Este imperio se formó por medio de una alianza entre dos reinos previamente existentes: Media y Persia quienes, en lugar de pensar en pelear para quedarse con el terreno del otro, decidieron formar una alianza en la que ambos formarían una misma nación. Los dos cuernos que vio Daniel en el carnero son cada uno de esos dos reinos. En esos tiempos el cuerno era símbolo de poder y realeza, por tal motivo la visión de Daniel contempla la representación de esos reinos por medio de cuernos.

Adicionalmente el versículo nos da detalles acerca de los cuernos ya mencionados, primero dice que eran altos, lo cual se evidencia en la historia como la grandeza de esos reinos, sin embargo, dice la palabra que uno era más alto que el otro, lo cual muestra que, aunque había una fuerte alianza entre ellos, uno de los dos era el dominante. Históricamente se puede comprobar que, el reino de Media en los primeros años de la alianza con Persia, era el reino dominante y Persia por decirlo de alguna manera apoyaba las decisiones de Media, esta predominancia se evidencia en el libro de Daniel cuando se hace mención de este reino por medio de la frase “Media y Persia” pero más adelante este orden se invirtió y cuando leemos el libro de Ester se evidencia que el imperio es llamado “Persia y Media” y es precisamente en este momento en el que Daniel ve en su visión el cuerno más alto, sin embargo, la altura de ese cuerno no era directamente proporcional a su antigüedad, sino que ese cuerno se había hecho más grande en un tiempo más pequeño.

Leamos V5-7: “Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos. Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza. Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder.”

Se puede apreciar en estos versículos que de repente aparece otro animal representado por un macho cabrío, el cual tenía un único cuerno y ese animal venía con todo el poder de su fuerza contra el carnero. La visión revela que cuando ese macho cabrío chocó contra el carnero quebró sus cuernos de un mismo golpe, quedando derrotado en la tierra y sin fuerzas para levantarse. Cuando leemos el V21 que dice “El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.” Podemos evidenciar que este cuerno históricamente es asociado con Alejandro Magno como rey de Grecia, quien pudo con audacia, estrategias militares impresionantes y un ejército muy hábil, exterminar en tan sólo 12 años la alianza de los persas y medos.

Leamos V8: “Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.” Alejandro Magno se engrandeció de una manera aún mas rápida que Nabucodonosor, y esto concuerda perfectamente con la descripción que Daniel da acerca de este mismo imperio en el capítulo 7 cuando ve al leopardo con cuatro alas, el cual con mucha agilidad conquista terreno y reinos, lo cual supera en velocidad al león con dos alas que representaba a Nabucodonosor.

Sin embargo, cuenta la historia que Alejandro Magno murió de fiebre en babilonia a los 30 años de edad, lo cual representa la ruptura del gran cuerno “en su mayor fuerza”. Luego de su muerte repentina y sin un sucesor anunciado ni preparado, se levantaron inmediatamente después de él cuatro reinos, los cuales fueron liderados por sus principales cuatro generales de combate y cada uno gobernó una vasta extensión de tierra al norte, sur, este y oeste. Sin embargo, aunque el reino como tal no cayó, la fuerza de ellos juntos no era la misma que cuando estaba Alejandro. Leamos el V22 “Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él.” El hecho de no existir un sucesor preparado hizo que este reino no pudiese recuperar su poderío inicial, sino que cada vez más se fue debilitando hasta que llegó el punto en que ya no pudo sostenerse más y fuese conquistado por otro imperio, el cual históricamente es el Imperio Romano.

Leamos V9: “Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa.” Vemos en este versículo la aparición de un cuerno pequeño, el cual tiene gran similitud al cuerno que se menciona en el capítulo 7. Pero, así como estos cuernos tienen algo en común de gran significancia, no podemos bajo ningún concepto afirmar que se traten de la misma persona o del mismo reino. Veamos en qué se asemejan y en qué no:

Ambos cuernos tienen la semejanza en cuanto a su propósito el cual es pelear contra Dios directamente. En el capítulo 7 el cuerno habla grandes cosas ante Dios y ejerce una gran influencia negativa y destructiva; en el capítulo 8 el cuerno se alzó contra el príncipe de los ejércitos (o la figura de Dios), lo cual podemos entender que se tratan de figuras de anticristos, los cuales se oponen directamente a Dios y a todo lo que se vincule con Él, en este sentido ambos cuernos simbolizan lo mismo.

Pero ambos cuernos no son ni la misma persona ni mucho menos se refiere al mismo reino, ya que cuando vemos el capítulo 7 de Daniel, apreciamos que el cuerno aparece luego de establecidos los diez reinos representados por un total de 10 cuernos, siendo el pequeño el onceavo cuerno en escena, además la bestia en la que aparece (que es la cuarta) representa al imperio romano; en contraste, en el capítulo 8 de Daniel el cuerno aparece en el macho cabrío, el cual es a su vez la tercera bestia del capítulo 7 y se refiere al imperio griego, además esta bestia no aparece luego de los otros cuernos, sino que sale de uno de los cuernos, con lo que se descarta que haya sido un quinto cuerno. Por estas diferencias notables, podemos afirmar que esos cuernos, aunque representan la figura común de anticristos, son en realidad personas y reinos diferentes, en épocas distintas y contextos particulares. Se dice que el cuerno del capítulo 8 es el anticristo del antiguo testamento y el cuerno del capítulo 7 es el anticristo del nuevo testamento.

Históricamente hablando la persona que corresponde con las descripciones que Daniel hace de este cuerno en este capítulo es con un hombre llamado Antíoco Epífanes, el cual tuvo una actitud altiva e implacable como lo describe Daniel. Según datos históricos, este hombre era muy aficionado al arte y quiso mezclar las creencias politeístas griegas con las creencias del pueblo de Dios, intentando incentivar el culto a sí mismo como dios supremo y esto ocasionó una serie de conflictos los cuales trajeron como consecuencia un tiempo en el que el nombre de Dios ya no era nombrado ni había profeta que hablase al pueblo de su Dios, a ese tiempo se le llama el período Inter – testamentario o dicho de otra manera el tiempo entre los dos testamentos (430 años aproximadamente).

Ahora bien, es necesario que conozcamos los aspectos históricos del libro de Daniel para entender el contexto histórico de los sueños que Dios le reveló y entender por lo menos a manera general lo que simbolizan estos sueños, pero debemos recordar que el objetivo de estos mensajes no es el de buscar interpretaciones basadas en las posturas de los eruditos bíblicos, ni hacer ningún tipo de afirmaciones que no estén expresamente en la misma palabra de Dios, por lo tanto a partir de este momento buscaremos qué versículos de esta palabra nos conducen a llevar a la práctica enseñanzas importantes y preciosas que es lo que en realidad debemos buscar al estudiar estos libros tan cargados de promesas y de lecciones de fe de alto nivel.

Una de las primeras enseñanzas que de acá se derivan tiene que ver precisamente con la división que ocurre en el imperio greco, el cual como ya vimos Alejandro Magno muere muy joven y su reino pasa a manos de sus generales, quienes no pudieron tener la misma fuerza en el trono que Alejandro.

Leamos V22: “Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él.” Meditando en este versículo particularmente me hace observar que para debilitar algo hay que dividirlo. Hay un dicho popular que tiene mucho que ver con esto y dice: “Divide y vencerás”. Durante muchos años y en la actualidad se puede evidenciar que la iglesia del Señor se ha ido debilitando a causa de todas las divisiones en las que ha incurrido. Satanás tiene como propósito en este tiempo confundir a los hermanos de la congregación con una serie de doctrinas y costumbres de hombres que provienen de las denominaciones evangélicas. Para citar algunos ejemplos tenemos que si la mujer debe usar falda y andar desarreglada y sin maquillaje; que si un hermano no habla en lenguas entonces no ha sido bautizado por Espíritu Santo y por consecuencia no es salvo, que si un hermano no se bautiza entonces aún no tiene derecho a entrar en el reino de los cielos, entre muchas otras las cuales han hecho que los hermanos en lugar de buscar los elementos en común, discutan entre sí y se dividan.

Alguno podrá decir: “Bueno pero la obra de Dios sigue adelante y como estamos bajo la gracia pues el evangelio no muere” eso es muy cierto, pero más cierto es el hecho de que si las iglesias no estuviesen tan divididas hiciese falta espacio para albergar a los creyentes. Quiero ponerles un ejemplo: Intenta escribir cualquier palabra utilizando tu mano derecha, pero sin usar el dedo pulgar. ¿Es muy incómodo cierto? Puedes seguir escribiendo, tu vida no se detiene, pero no es igual a que cuando usamos nuestro dedo pulgar para escribir con normalidad. Semejantemente pasa con los dedos pulgares de los pies, si no tuviésemos esos dedos el simple acto de caminar fuese muy peligroso, porque con facilidad pudiésemos perder el equilibrio y caer de frente al piso y golpearnos, de la misma forma una persona sin esos dedos puede seguir viviendo y aún caminar, pero jamás será igual que hacerlo con sus dos dedos. Así mismo pasa cuando la iglesia se divide, es como no tener nuestros dedos pulgares y aunque la obra de Dios continúa, la iglesia jamás vuelve a ser la misma cuando se divide.

Por medio de esta reflexión exhorto a la congregación de UBF Mérida a no caer en contiendas ni discusiones innecesarias; ciertamente es bueno intercambiar puntos de vista y estar abierto a escuchar los argumentos de nuestros consiervos y como dice la palabra en 1 Corintios 1:10 “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.” Pero debemos cuidarnos muy celosamente no del hermano, sino de no dejarnos llevar por la ira o por la emoción del momento y decir cosas que luego no podamos enmendar. Romanos 16:17 dice: “Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.”

Como pastor debo confesar que acá en la ciudad de Mérida – Venezuela he escuchado de la boca de varios pastores testimonios impactantes de cómo sus iglesias luego de haber experimentado un crecimiento relativamente rápido y con muchas personas activas en la obra, por doctrinas humanas de si vestirse con falda o pantalón, de si hablan en lenguas, si son bautizados, de si la mujer puede tomar o no liderazgo en la iglesia, entre otros han sido motivo de grandes discusiones y de posteriores divisiones, las cuales aunque siguen haciendo la obras de Dios jamás lo harán con la misma fuerza que había inicialmente cuando eran una misma iglesia.

La segunda reflexión de hoy la vemos en el V24: “Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos.” Debemos estar conscientes que estamos en medio de una guerra espiritual. Dice el versículo que la figura del anticristo destruirá al “pueblo de los santos” o el pueblo de Dios. Pero… ¿de qué manera se cumplirá esto?

Leamos Efesios 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” La biblia nos advierte que tenemos un adversario que se preocupa mucho por hacernos caer en sus mentiras, tenemos un enemigo que no podemos ver, pero que trabaja sin descanso por cumplir al máximo con sus malos propósitos, el quiere apoderarse de la humanidad y a todos los ataca, pero especialmente tiene una obsesión por los hijos de Dios, quienes ya no estamos en su mano y desea volver a tenernos de su lado. Marcos 13:22 dice: “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos.”

La tercera enseñanza la vemos en el V27: “Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía.” Otra enseñanza importante es la que vemos cuando Daniel tras la visión quedó enfermo algunos días, estuvo meditando mucho en qué significaban esas visiones, pero en ningún momento descuido su trabajo. Esto nos hace pensar que debe haber un equilibrio en nuestra vida entre la obra de Dios y nuestras responsabilidades de subsistencia. Los misioneros y pastores de UBF en su mayoría son autofinanciados, esto implica que, debe haber tiempo de calidad para hacer la obra de Dios, pero a la vez tiempo para trabajar y obtener ingresos, pero al igual que Daniel debemos aprender a administrar el tiempo que tenemos y no olvidar que para servir la obra debemos sustentarnos y que para que el sustento nos llegue es necesario servir y tener relación personal con el Dios de la obra. Eclesiastés 2:24 dice “No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios.”

Adicionalmente hay una enseñanza bien preciosa acá, pues vemos que Daniel estuvo muy estresado por intentar comprender lo que estaba viendo, pero no podía. Él mismo lo confiesa en el V22 “…pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía”. Fue tan fuerte el estado de ansiedad y estrés al que Daniel estuvo sometido, que cayó enfermo y estuvo varios días tal vez en cama. Meditando en esto me viene a la mente una pregunta: ¿Cómo estoy manejando las situaciones de estrés en mi vida? ¿Tengo control de mis palabras y acciones cuando estoy en situación de alto estrés? ¿De alguna manera hago fluir esa carga de estrés o la acumulo como si fuese una olla de presión? Muy posiblemente tu mi amado hermano y hermana hayas tenido problemas con esto, tal vez el estrés que te ha rodeado en este tiempo ha hecho gran daño en tu vida, causándote úlceras estomacales, problemas de insomnio, alteraciones de personalidad o cualquier otra cosa. Pero esto nos enseña que debemos controlar esas situaciones. La biblia no dice que no tengamos preocupación, pero sí dice que debemos dejar todo en manos de Dios y él hará todo el trabajo. 2 Timoteo 1:7 dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”

La cuarta y última enseñanza de hoy es la importancia de saber que Dios puede usarnos a cualquiera de nosotros para mostrarnos cosas ocultas y futuras. Cuando pensamos en esto muchas veces creemos que sólo aquellos que tienen mucha fe y una excelentísima relación con el Señor son aquellos que reciben de Dios la revelación. Nabucodonosor recibió de Dios una visión, relacionado a los mismos reinos. Sin embargo, aunque reconoció a Dios como Señor no le servía en lo absoluto, por lo cual esto nos demuestra que a quien Dios quiere usar lo hace. Claro está y es también muy cierto es que a los que buscan a Dios le encuentran, y reciben una porción mucho mayor de la que reciben aquellos que no lo hacen. 1 Corintios 1:27 dice “sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte”

Jesús también nos da un excelente ejemplo: ¿Quiénes fueron sus 12 discípulos? Pescadores, publicanos, traidores, perseguidores. En su mayoría personas del estrato social más bajo (dicho en criollo “patas en el suelo”) pero a través de ellos es que hoy estamos recibiendo estas enseñanzas porque ellos se dejaron usar como instrumentos preciosos del Señor.

Tu y yo somos a quienes Dios ha escogido en este tiempo para recibir revelación de las escrituras, no necesariamente será a través de sueños. A veces Dios habla hasta a través de las piedras del camino y a través de personas que jamás hubiésemos imaginado que lo hicieran. Dios quiere revelarnos a cada uno de nosotros hermosas verdades que serán de inmensa utilidad para nuestra vida de fe.

Oro para que dediquemos un tiempo de calidad para nuestro Dios, alejándonos de toda situación de discusión y división y buscando en la presencia del Señor toda la revelación que necesitamos recibir. Amén.

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