Gálatas 6:6-10

6:6 El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye.
6:7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
6:8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
6:9 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
6:10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.

LO QUE EL HOMBRE SEMBRARE, ESO SEGARÁ


Buenos días. El versículo clave de nuestro pasaje bíblico de hoy contiene el principio universal de causa y efecto que le da título a este mensaje: “todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Es tan sencillo como que no podemos sembrar semillas de limón y esperar cosechar naranjas. Si sembramos limones, vamos a cosechar limones. Este principio parece tan obvio que se siente innecesario mencionarlo. Sin embargo, es sorprendente cómo muchos no pueden extrapolar este simple principio a lo que están haciendo en su vida. Sembramos para la carne, satisfaciendo nuestros deseos carnales, y esperamos cosechar santidad. Creemos que podemos vivir como nos plazca y, al mismo tiempo, agradar a Dios.

Queremos ser santos, pero también queremos vivir como los pecadores; queremos ser inocentes y puros, pero también entregarnos a los placeres mundanos; queremos servir a los pobres y vivir con sencillez, pero también anhelamos las comodidades de los ricos; queremos la profundidad espiritual que ofrece el tiempo a solas con Dios, pero también queremos disfrutar de las distracciones del mundo; queremos orar y leer la Biblia, pero también deseamos ver televisión, hablar con amigos y salir. Entonces, hay que tomar decisiones: ¿Seremos santos o viviremos como los pecadores? ¿Seremos inocentes y puros o nos entregaremos a los placeres mundanos? ¿Seremos sencillos y serviremos a los pobres, o buscaremos la comodidad de los ricos? ¿Tendremos comunión con Dios o con el mundo? ¿Usaremos nuestro tiempo para orar y leer la Biblia o para otras cosas? ¿Sembraremos para el Espíritu o para la carne? 

Este es el desafío que nos plantea el apóstol Pablo en este pasaje bíblico. No podemos engañarnos pensando que podemos sembrar para la carne y cosechar para el Espíritu. Pablo nos recuerda que Dios no puede ser burlado: lo que sembremos, eso cosecharemos. Si elegimos sembrar para el Espíritu, con nuestro servicio de amor, con nuestras disciplinas espirituales y con obediencia a Dios, cosecharemos vida eterna y bendiciones espirituales. Pero si sembramos para la carne, satisfaciendo nuestros deseos pecaminosos, cosecharemos corrupción y separación de Dios. Examinemos, pues, nuestras vidas, elijamos sembrar intencionalmente para el Espíritu y confiemos en que Dios honrará cada semilla plantada para Su gloria. Amén.

Yo oro para que cada uno de nosotros pueda sembrar para el Espíritu cada día, luchando para practicar sus disciplinas espirituales y para servir al prójimo y a Dios. Que sobrellevemos las cargas de los otros, sirviendo con amor. Que vivamos en humildad cada día, teniendo como ejemplo de vida a Jesucristo. De modo que cada uno de nosotros pueda vivir una vida santa y agradable a Dios, y así el Señor pueda usarnos para convertir a Panamá en un Reino de Sacerdotes y una Nación Santa. Amén.

I.- No os engañéis; Dios no puede ser burlado (6-8) 

Leamos juntos el v.6, por favor. Hace dos semanas aprendimos que debemos sobrellevar los unos las cargas de los otros. En aquel mensaje les di ejemplos prácticos de cómo podemos ayudar a sobrellevar las cargas espirituales de otros, principalmente las tentaciones y las luchas. ¿Cómo podemos hacerlo? Orando por y con los hermanos, y apoyándoles con la Palabra y con nuestra compañía. Pero también vimos que en el v.5 Pablo enfatiza la responsabilidad individual del creyente delante de Dios. Cada uno es responsable de sí mismo delante de Dios. Este giro puede llevar a algunos a pensar que entonces no es necesario ayudar a otros a sobrellevar sus cargas porque ellos tienen que ser responsables de sus propias cargas delante de Dios. Sin embargo, aprendimos que las cargas del v.2 eran diferentes a las del v.5. Las del v.2 eran unas cargas que una persona no puede llevar por sí misma, en cambio las del v.5 se refiere a la carga que una persona puede y debe llevar. Cada quien es responsable de sí mismo delante de Dios, pero también debe mostrar el fruto del Espíritu del amor, la paciencia, la humildad y la mansedumbre para ayudar al hermano con sus cargas.

Entonces, Pablo quiere dejar bien en claro esta distinción y procede a dar otro ejemplo en el v.6 de cómo debemos ayudar a sobrellevar las cargas de otros, particularmente de los que nos enseñan la Palabra. En este caso se refiere a ayudar al ministro a sobrellevar la carga de su sustento económico, como podemos verlo más claramente en la NTV: “Los que reciben enseñanza de la palabra de Dios deberían proveer a las necesidades de sus maestros, compartiendo todas las cosas buenas con ellos.” En aquella época, cada persona tenía un oficio con el cual generaban algún bien comerciable con el cual se mantenía a sí mismo y a su familia. Pero, los maestros itinerantes, como Jesús, por ejemplo, se dedicaban a enseñar la Biblia a otros, y no tenían tiempo para producir algo para su propia manutención. Por tanto, dependían de sus discípulos para su sustento. En el caso de Jesús, tenía entre sus seguidores a mujeres pudientes que Le servían de sus bienes (Luc. 8:1-3).

Entonces, Pablo exhorta aquí a los gálatas que, aunque cada uno debe llevar su propia carga, ellos deben acordarse de ayudar a sus maestros bíblicos en su sustento, ya que ellos no tienen tiempo para trabajar en un oficio para su manutención, pues están ocupados estudiando la Biblia y enseñándola. Así, los maestros ayudan a sus estudiantes de la Biblia con su carga de entender y aplicar la Biblia en sus vidas, y los estudiantes ayudan a su maestro bíblico en su sustento económico. De este modo, se están ayudando mutuamente con sus cargas.

Esta exhortación sigue vigente. La mayoría de las iglesias tienen un pastor que ministra a tiempo completo. No tiene un oficio o lo ha dejado, para dedicarse por completo a la enseñanza de la Biblia, la consejería y el trabajo eclesiástico (que es un gran trabajo que requiere mucho esfuerzo y sacrificio). El pastor ayuda a los miembros de su congregación a sobrellevar sus cargas espirituales y emocionales para que puedan mantenerse en el camino de la fe y crecer como discípulos de Jesús. Por tanto, los miembros de la iglesia deberían ayudarlo con su carga económica para que pueda sostenerse a sí mismo y a su familia. Así sobrellevan las cargas los unos de los otros.

En UBF tenemos un modelo de servicio pastoral diferente. La mayoría de los pastores, como yo, por ejemplo, somos ministros laicos autofinanciados. Es decir, tenemos nuestros propios trabajos o negocios para sustentarnos a nosotros mismos y a nuestras familias, y también servimos el ministerio pastoral. Esto un gran desafío y carga para la mayoría de los pastores bivocacionales, pues tenemos que cumplir con nuestro trabajo y con el ministerio, muchas veces a expensas del tiempo con nuestra familia. Sin embargo, tiene la ventaja de que el pastor puede servir una iglesia pequeña que de otro modo no podría tener pastor porque no podría sustentarlo. Pero, a medida que la iglesia va creciendo, el desafío se va haciendo cada vez mayor, por lo que se necesita de un equipo pastoral de apoyo y/o el pastor debe dedicarse por completo a la iglesia, dependiendo de ésta para su sustento. 

Por la gracia de Dios, mi esposa y yo tenemos buenos trabajos que nos ayudan con nuestro sustento y nos permiten el tiempo para servir la obra de Dios sin tener que sacrificar demasiado el tiempo en familia. Y Darío y Karen nos están apoyando también enseñándoles la Biblia a algunos de ustedes, mientras nosotros ayudamos a sobrellevar las cargas espirituales y emocionales de ellos y de otros. Así, todos estamos siendo ayudados espiritualmente. Por tanto, no nos olvidemos también de apoyar el ministerio con nuestras ofrendas voluntarias y diezmos como muestra de nuestro agradecimiento y compromiso de ayudar a sobrellevar las cargas financieras de la iglesia como el alquiler, la luz, el agua y todo lo necesario para su funcionamiento. Y a medida que nos ayudemos a sobrellevar mutuamente nuestras cargas, iremos creciendo en amor y servicio para con otros también y el Señor nos usará para convertir a Panamá en un Reino de Sacerdotes y una Nación Santa para Su gloria. Amén.

Leamos ahora juntos el v.7. Algunos piensan que pueden engañar a Dios con su hipocresía o su cristianismo tibio. Piensan que asistir a la iglesia los domingos, estudiar la Biblia, participar de las convivencias, es suficiente para asegurar su boleto de entrada al reino de los cielos. Pero, mientras tanto, viven en pecado, no tienen comunión con Dios, no tienen ningún deseo de servir a otros, ni de apoyar a la iglesia que los está alimentando espiritualmente. Este tipo de personas claramente no está manifestando el fruto del Espíritu y, por tanto, no ha nacido de nuevo. Así que se están engañando a sí mismos porque Dios no puede ser burlado. Si no has nacido de nuevo, ni estás creciendo como discípulo de Jesús, ni estás manifestando el fruto del Espíritu, no vas a ver siquiera el reino de los cielos. Amados hermanos, Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Veamos a continuación cómo podemos evaluar lo que estamos sembrando.

Leamos juntos el v.8, por favor. Si tú vives sembrando para tu carne, andando en las obras de la carne: adulterio, fornicación, homosexualidad, masturbación; mirando pornografía, o a los hombres y las mujeres en la calle; amando más al dinero, a tu pareja, a tu familia, que a Dios; practicando brujería, santería, tarot, consultando el horóscopo, o usando drogas recreativas; andando en enemistades, pleitos, queriendo lo que el otro tiene, en iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, borracheras, de discoteca en discoteca, de bar en bar, de antro en antro; y en cosas semejantes a estas, como mentiras, chismes, burlas, estafas, desobediencia a tus padres; entonces cosecharás corrupción, destrucción de tu cuerpo y alma. Aunque estés viniendo a la iglesia, aunque estés estudiando la Biblia, si vives practicando estas cosas, te estás engañando a ti mismo; estás lejos de Dios. Necesitas arrepentirte y dejar de sembrar para la carne.

Pero si de verdad estás estudiando la Biblia para aplicarla a tu vida; si estás viniendo cada semana a la iglesia con un vivo deseo de adorar a Dios y de escuchar Su Palabra para ponerla en práctica con arrepentimiento en tu vida; Si cada día comes Pan Diario y tienes tu tiempo a solas con Dios; Si escribes testimonio bíblico cada semana con arrepentimiento; si tienes deseo de hablar a otros acerca de Jesús y lo que ha hecho en tu vida; si tienes deseo de servir a otros con amor; si tienes deseo de servir y apoyar en la iglesia; entonces, estás sembrando para el Espíritu, y de Él cosecharás una vida abundante en la Tierra y la vida eterna en el reino de Dios. Amén.

¿Cómo estás viviendo tu vida? ¿Qué estás sembrando? ¿Estás sembrando para tu carne o para el Espíritu? ¿Se está manifestando el fruto del Espíritu en tu vida? Yo oro para que cada uno de nosotros nos arrepintamos y sembremos cada día para el Espíritu y que Dios nos permita tener una vida santa y agradable que Le glorifique. Amén. 

II.- No nos cansemos de hacer bien (9-10) 

Leamos juntos el v.9, por favor. ¿Por qué habríamos de cansarnos de hacer el bien? Como hemos hablado en otras ocasiones, muchos practican sus disciplinas espirituales por obligación y con pesadez. Éstos, pronto se hastiarán de ellas porque las ven como una carga, no como el alivio espiritual para sus vidas. También hay los que se cansan de servir a otros porque todos son unos malagradecidos y solo quieren ser servidos, pero no son recíprocos en el servicio. Por otro lado, muchos se cansan de servir en la iglesia porque sienten que no son reconocidos por sus hermanos o por el pastor, entonces, ¿cuál es el punto? Y hay ocasiones también en que nos cansamos de servir y hacer el bien porque no vemos ningún fruto de nuestro trabajo. ¿Hasta cuándo voy a servir a estas ovejas? ¿Hasta cuándo voy a invertir mi tiempo y esfuerzo en escribir estos mensajes si nadie se arrepiente y se pone a servir a Dios como es debido? 

Pablo conocía muy bien todos estos desafíos a los que nos enfrentamos aquellos que queremos hacer el bien, por eso nos exhorta a que no nos cansemos de hacerlo. De hecho, la mayoría de estos desafíos no son externos, sino internos. Es decir, el problema no está afuera, sino dentro de nosotros. ¿Qué importa si las personas son malagradecidas y no quieran servir? Yo tengo que seguir sirviendo hasta el fin como Jesús lo hizo con Sus discípulos. Tengo que ser manso y humilde como mi Señor. Es parte del fruto del Espíritu. ¿Qué importa si los hermanos o el pastor no reconocen mi servicio? ¿A quién estoy sirviendo? ¿A ellos o al Señor? Dios está viendo mi servicio. Él conoce mi corazón. Pero si lo estoy haciendo por el reconocimiento de otros, y lo recibo, ya tengo mi recompensa. ¿Quién hace que las ovejas se arrepientan y vivan como verdaderos discípulos de Jesús? ¿Yo o del Espíritu Santo? ¿Cuál es mi trabajo? Preparar diligentemente y predicar fielmente el mensaje dominical, del resto se encarga Dios. A su tiempo segaremos si no desmayamos.

Hace unos 8 años casi desmayo por completo de continuar en el servicio del Señor como misionero después de que todas las ovejas se fueron del ministerio. Recuerdo que para ese tiempo llegamos a considerar la idea de comenzar a congregarnos en alguna iglesia. Sin embargo, el Señor no me dejó desmayar por completo. Estuve derribado, pero no destruido. Y por la gracia de Dios comenzamos a segar nuevamente. Ustedes hoy son la evidencia de que a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que no nos cansemos de servir al Señor. Sigamos luchando espiritualmente, sigamos orando por las ovejas, sigamos buscándolas para tener estudio bíblico, sigamos llamándolas al arrepentimiento, y en su tiempo el Señor levantará discípulos suyos en este lugar que puedan convertir a Panamá en un Reino de Sacerdotes y una Nación Santa. Amén.

Leamos ahora juntos el v.10, por favor. El apóstol Pablo concluye esta exhortación diciendo que según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. Entonces, hermanos míos amados, no nos cansemos de hacer el bien. Siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, principalmente a los hermanos de la iglesia. Ellos son nuestra familia de fe. Hagamos todo lo que esté a nuestro alcance para ayudarles a permanecer en el camino de fe y a crecer como discípulos de Jesús. Oremos por ellos. Oremos con ellos. Démosle la Palabra de Dios. Apoyémoslos en lo que necesiten. Sirvamos con amor. A medida que hagamos esto, nosotros también creceremos como discípulos de Jesús y se manifestará cada vez más en nosotros el fruto del Espíritu. Amén.

Me gustaría concluir este mensaje con una frase de John Wesley: “Haz todo el bien que puedas, por todos los medios que puedas, de todas las maneras que puedas, en todos los lugares que puedas, en todo momento que puedas, a todas las personas que puedas, mientras todavía puedas.” Oro para que el Señor nos ayude a sembrar cada día para el Espíritu, practicando nuestras disciplinas espirituales con devoción y gozo, y haciendo todo el bien que podamos a todos los que podamos, y así Él pueda usarnos para convertir a Panamá en un Reino de Sacerdotes y una Nación Santa para Su gloria. Amén.

ARCHIVOS PARA DESCARGAR



FOROS UBF ESPAÑOL

SUGERIMOS LEER

MÚSICA QUE EDIFICA

SÍGUENOS EN LAS REDES SOCIALES

ACERCA DE UBF

La Fraternidad Bíblica Universitaria (UBF) es una organización cristiana evangélica internacional sin fines de lucro, enfocada a levantar discípulos de Jesucristo que prediquen el evangelio a los estudiantes universitarios.

UBF MUNDIAL

Puede visitar el sitio de UBF en el mundo haciendo clic en el siguiente enlace (en inglés):

SUSCRIPCIÓN BOLETÍN

Ingrese su dirección e-mail para recibir noticias
e invitaciones a nuestras actividades