Jueces 13:1 - 16:31
13:1 Los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años.13:2 Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos.
13:3 A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo.
13:4 Ahora, pues, no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda.
13:5 Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos.
13:6 Y la mujer vino y se lo contó a su marido, diciendo: Un varón de Dios vino a mí, cuyo aspecto era como el aspecto de un ángel de Dios, temible en gran manera; y no le pregunté de dónde ni quién era, ni tampoco él me dijo su nombre.
13:7 Y me dijo: He aquí que tú concebirás, y darás a luz un hijo; por tanto, ahora no bebas vino, ni sidra, ni comas cosa inmunda, porque este niño será nazareo a Dios desde su nacimiento hasta el día de su muerte.
13:8 Entonces oró Manoa a Jehová, y dijo: Ah, Señor mío, yo te ruego que aquel varón de Dios que enviaste, vuelva ahora a venir a nosotros, y nos enseñe lo que hayamos de hacer con el niño que ha de nacer.
13:9 Y Dios oyó la voz de Manoa; y el ángel de Dios volvió otra vez a la mujer, estando ella en el campo; mas su marido Manoa no estaba con ella.
13:10 Y la mujer corrió prontamente a avisarle a su marido, diciéndole: Mira que se me ha aparecido aquel varón que vino a mí el otro día.
13:11 Y se levantó Manoa, y siguió a su mujer; y vino al varón y le dijo: ¿Eres tú aquel varón que habló a la mujer? Y él dijo: Yo soy.
13:12 Entonces Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de vivir del niño, y qué debemos hacer con él?
13:13 Y el ángel de Jehová respondió a Manoa: La mujer se guardará de todas las cosas que yo le dije.
13:14 No tomará nada que proceda de la vid; no beberá vino ni sidra, y no comerá cosa inmunda; guardará todo lo que le mandé.
13:15 Entonces Manoa dijo al ángel de Jehová: Te ruego nos permitas detenerte, y te prepararemos un cabrito.
13:16 Y el ángel de Jehová respondió a Manoa: Aunque me detengas, no comeré de tu pan; mas si quieres hacer holocausto, ofrécelo a Jehová. Y no sabía Manoa que aquél fuese ángel de Jehová.
13:17 Entonces dijo Manoa al ángel de Jehová: ¿Cuál es tu nombre, para que cuando se cumpla tu palabra te honremos?
13:18 Y el ángel de Jehová respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable?
13:19 Y Manoa tomó un cabrito y una ofrenda, y los ofreció sobre una peña a Jehová; y el ángel hizo milagro ante los ojos de Manoa y de su mujer.
13:20 Porque aconteció que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel de Jehová subió en la llama del altar ante los ojos de Manoa y de su mujer, los cuales se postraron en tierra.
13:21 Y el ángel de Jehová no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer. Entonces conoció Manoa que era el ángel de Jehová.
13:22 Y dijo Manoa a su mujer: Ciertamente moriremos, porque a Dios hemos visto.
13:23 Y su mujer le respondió: Si Jehová nos quisiera matar, no aceptaría de nuestras manos el holocausto y la ofrenda, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni ahora nos habría anunciado esto.
13:24 Y la mujer dio a luz un hijo, y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció, y Jehová lo bendijo.
13:25 Y el Espíritu de Jehová comenzó a manifestarse en él en los campamentos de Dan, entre Zora y Estaol.
14:1 Descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos.
14:2 Y subió, y lo declaró a su padre y a su madre, diciendo: Yo he visto en Timnat una mujer de las hijas de los filisteos; os ruego que me la toméis por mujer.
14:3 Y su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Y Sansón respondió a su padre: Tómame ésta por mujer, porque ella me agrada.
14:4 Mas su padre y su madre no sabían que esto venía de Jehová, porque él buscaba ocasión contra los filisteos; pues en aquel tiempo los filisteos dominaban sobre Israel.
14:5 Y Sansón descendió con su padre y con su madre a Timnat; y cuando llegaron a las viñas de Timnat, he aquí un león joven que venía rugiendo hacia él.
14:6 Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.
14:7 Descendió, pues, y habló a la mujer; y ella agradó a Sansón.
14:8 Y volviendo después de algunos días para tomarla, se apartó del camino para ver el cuerpo muerto del león; y he aquí que en el cuerpo del león había un enjambre de abejas, y un panal de miel.
14:9 Y tomándolo en sus manos, se fue comiéndolo por el camino; y cuando alcanzó a su padre y a su madre, les dio también a ellos que comiesen; mas no les descubrió que había tomado aquella miel del cuerpo del león.
14:10 Vino, pues, su padre adonde estaba la mujer, y Sansón hizo allí banquete; porque así solían hacer los jóvenes.
14:11 Y aconteció que cuando ellos le vieron, tomaron treinta compañeros para que estuviesen con él.
14:12 Y Sansón les dijo: Yo os propondré ahora un enigma, y si en los siete días del banquete me lo declaráis y descifráis, yo os daré treinta vestidos de lino y treinta vestidos de fiesta.
14:13 Mas si no me lo podéis declarar, entonces vosotros me daréis a mí los treinta vestidos de lino y los vestidos de fiesta. Y ellos respondieron: Propón tu enigma, y lo oiremos.
14:14 Entonces les dijo: Del devorador salió comida, Y del fuerte salió dulzura. Y ellos no pudieron declararle el enigma en tres días.
14:15 Al séptimo día dijeron a la mujer de Sansón: Induce a tu marido a que nos declare este enigma, para que no te quememos a ti y a la casa de tu padre. ¿Nos habéis llamado aquí para despojarnos?
14:16 Y lloró la mujer de Sansón en presencia de él, y dijo: Solamente me aborreces, y no me amas, pues no me declaras el enigma que propusiste a los hijos de mi pueblo. Y él respondió: He aquí que ni a mi padre ni a mi madre lo he declarado, ¿y te lo había de declarar a ti?
14:17 Y ella lloró en presencia de él los siete días que ellos tuvieron banquete; mas al séptimo día él se lo declaró, porque le presionaba; y ella lo declaró a los hijos de su pueblo.
14:18 Al séptimo día, antes que el sol se pusiese, los de la ciudad le dijeron: ¿Qué cosa más dulce que la miel? ¿Y qué cosa más fuerte que el león? Y él les respondió: Si no araseis con mi novilla, Nunca hubierais descubierto mi enigma.
14:19 Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y descendió a Ascalón y mató a treinta hombres de ellos; y tomando sus despojos, dio las mudas de vestidos a los que habían explicado el enigma; y encendido en enojo se volvió a la casa de su padre.
14:20 Y la mujer de Sansón fue dada a su compañero, al cual él había tratado como su amigo.
15:1 Aconteció después de algún tiempo, que en los días de la siega del trigo Sansón visitó a su mujer con un cabrito, diciendo: Entraré a mi mujer en el aposento. Mas el padre de ella no lo dejó entrar.
15:2 Y dijo el padre de ella: Me persuadí de que la aborrecías, y la di a tu compañero. Mas su hermana menor, ¿no es más hermosa que ella? Tómala, pues, en su lugar.
15:3 Entonces le dijo Sansón: Sin culpa seré esta vez respecto de los filisteos, si mal les hiciere.
15:4 Y fue Sansón y cazó trescientas zorras, y tomó teas, y juntó cola con cola, y puso una tea entre cada dos colas.
15:5 Después, encendiendo las teas, soltó las zorras en los sembrados de los filisteos, y quemó las mieses amontonadas y en pie, viñas y olivares.
15:6 Y dijeron los filisteos: ¿Quién hizo esto? Y les contestaron: Sansón, el yerno del timnateo, porque le quitó su mujer y la dio a su compañero. Y vinieron los filisteos y la quemaron a ella y a su padre.
15:7 Entonces Sansón les dijo: Ya que así habéis hecho, juro que me vengaré de vosotros, y después desistiré.
15:8 Y los hirió cadera y muslo con gran mortandad; y descendió y habitó en la cueva de la peña de Etam.
15:9 Entonces los filisteos subieron y acamparon en Judá, y se extendieron por Lehi.
15:10 Y los varones de Judá les dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y ellos respondieron: A prender a Sansón hemos subido, para hacerle como él nos ha hecho.
15:11 Y vinieron tres mil hombres de Judá a la cueva de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: ¿No sabes tú que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Por qué nos has hecho esto? Y él les respondió: Yo les he hecho como ellos me hicieron.
15:12 Ellos entonces le dijeron: Nosotros hemos venido para prenderte y entregarte en mano de los filisteos. Y Sansón les respondió: Juradme que vosotros no me mataréis.
15:13 Y ellos le respondieron, diciendo: No; solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; mas no te mataremos. Entonces le ataron con dos cuerdas nuevas, y le hicieron venir de la peña.
15:14 Y así que vino hasta Lehi, los filisteos salieron gritando a su encuentro; pero el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos.
15:15 Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres.
15:16 Entonces Sansón dijo: Con la quijada de un asno, un montón, dos montones; Con la quijada de un asno maté a mil hombres.
15:17 Y acabando de hablar, arrojó de su mano la quijada, y llamó a aquel lugar Ramat-lehi.
15:18 Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová, y dijo: Tú has dado esta grande salvación por mano de tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos?
15:19 Entonces abrió Dios la cuenca que hay en Lehi; y salió de allí agua, y él bebió, y recobró su espíritu, y se reanimó. Por esto llamó el nombre de aquel lugar, En-hacore, el cual está en Lehi, hasta hoy.
15:20 Y juzgó a Israel en los días de los filisteos veinte años.
16:1 Fue Sansón a Gaza, y vio allí a una mujer ramera, y se llegó a ella.
16:2 Y fue dicho a los de Gaza: Sansón ha venido acá. Y lo rodearon, y acecharon toda aquella noche a la puerta de la ciudad; y estuvieron callados toda aquella noche, diciendo: Hasta la luz de la mañana; entonces lo mataremos.
16:3 Mas Sansón durmió hasta la medianoche; y a la medianoche se levantó, y tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro, y se fue y las subió a la cumbre del monte que está delante de Hebrón.
16:4 Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.
16:5 Y vinieron a ella los príncipes de los filisteos, y le dijeron: Engáñale e infórmate en qué consiste su gran fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo dominemos; y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata.
16:6 Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrás ser atado para ser dominado.
16:7 Y le respondió Sansón: Si me ataren con siete mimbres verdes que aún no estén enjutos, entonces me debilitaré y seré como cualquiera de los hombres.
16:8 Y los príncipes de los filisteos le trajeron siete mimbres verdes que aún no estaban enjutos, y ella le ató con ellos.
16:9 Y ella tenía hombres en acecho en el aposento. Entonces ella le dijo: ¡Sansón, los filisteos contra ti! Y él rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de estopa cuando toca el fuego; y no se supo el secreto de su fuerza.
16:10 Entonces Dalila dijo a Sansón: He aquí tú me has engañado, y me has dicho mentiras; descúbreme, pues, ahora, te ruego, cómo podrás ser atado.
16:11 Y él le dijo: Si me ataren fuertemente con cuerdas nuevas que no se hayan usado, yo me debilitaré, y seré como cualquiera de los hombres.
16:12 Y Dalila tomó cuerdas nuevas, y le ató con ellas, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y los espías estaban en el aposento. Mas él las rompió de sus brazos como un hilo.
16:13 Y Dalila dijo a Sansón: Hasta ahora me engañas, y tratas conmigo con mentiras. Descúbreme, pues, ahora, cómo podrás ser atado. El entonces le dijo: Si tejieres siete guedejas de mi cabeza con la tela y las asegurares con la estaca.
16:14 Y ella las aseguró con la estaca, y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Mas despertando él de su sueño, arrancó la estaca del telar con la tela.
16:15 Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza.
16:16 Y aconteció que, presionándole ella cada día con sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia.
16:17 Le descubrió, pues, todo su corazón, y le djio: Nunca a mi cabeza llegó navaja; porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi fuerza se apartará de mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres.
16:18 Viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los principales de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los principales de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero.
16:19 Y ella hizo que él se durmiese sobre sus rodillas, y llamó a un hombre, quien le rapó las siete guedejas de su cabeza; y ella comenzó a afligirlo, pues su fuerza se apartó de él.
16:20 Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él.
16:21 Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel.
16:22 Y el cabello de su cabeza comenzó a crecer, después que fue rapado.
16:23 Entonces los principales de los filisteos se juntaron para ofrecer sacrificio a Dagón su dios y para alegrarse; y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras manos a Sansón nuestro enemigo.
16:24 Y viéndolo el pueblo, alabaron a su dios, diciendo: Nuestro dios entregó en nuestras manos a nuestro enemigo, y al destruidor de nuestra tierra, el cual había dado muerte a muchos de nosotros.
16:25 Y aconteció que cuando sintieron alegría en su corazón, dijeron: Llamad a Sansón, para que nos divierta. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de juguete delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas.
16:26 Entonces Sansón dijo al joven que le guiaba de la mano: Acércame, y hazme palpar las columnas sobre las que descansa la casa, para que me apoye sobre ellas.
16:27 Y la casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los principales de los filisteos estaban allí; y en el piso alto había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Sansón.
16:28 Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos.
16:29 Asió luego Sansón las dos columnas de en medio, sobre las que descansaba la casa, y echó todo su peso sobre ellas, su mano derecha sobre una y su mano izquierda sobre la otra.
16:30 Y dijo Sansón: Muera yo con los filisteos. Entonces se inclinó con toda su fuerza, y cayó la casa sobre los principales, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y los que mató al morir fueron muchos más que los que había matado durante su vida.
16:31 Y descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y le tomaron, y le llevaron, y le sepultaron entre Zora y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoa. Y él juzgó a Israel veinte años.
Sansón, nazareo guardado para Dios
La mayoría de nosotros cuando escuchamos este nombre pensamos de inmediato en una película que se hizo acerca de él llamada “Sansón y Dalila”, pensamos en un hombre que tenía mucha fuerza, la cual estaba muy relacionada con lo largo de su cabello, y que estando en una reunión muy grande de personas se colocó en medio de dos columnas y derribó toda la estructura matando a muchas personas, sin embargo, hay muchas otras cosas que desconocemos acerca de este interesante personaje bíblico las cuales veremos hoy en este mensaje, y quiero que no sólo veamos la vida de Sansón como una historia interesante, sino más bien veamos que nuestra vida no debe ser como la que vivió Sansón.
Esta historia comienza con una familia de la tribu de Dan, Manoa y su mujer, pero esta familia tenía una dificultad, no podían tener hijos a causa de la esterilidad de la mujer de Manoa (Jueces 13:2). Pero la Biblia dice que el ángel de Jehová se le apareció a esta mujer y le anunció el nacimiento de un hijo a pesar de su esterilidad, pero este hijo no sería como cualquiera de los niños, leamos Jueces 13:5 “Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos.” Dios tenía para Sansón un plan antes de nacer, como lo dice la Biblia el niño sería dedicado a Dios desde su nacimiento y por medio de él Dios liberaría a Israel, quienes desde hacía 40 años habían estado oprimidos por los filisteos (Jueces 13:1).
En el versículo anterior vimos que Sansón sería nazareo, y para comprender esta historia es necesario primero hablar acerca del significado del nazareato. En el libro de Números capítulo 6 podemos ver en detalle en qué consiste el voto del nazareato, esta palabra habla que ser nazareo es ser apartado para dedicarse a hacer la obra de Dios (ya sea de manera temporal como hizo el apóstol Pablo o desde su nacimiento así Samuel y Juan el Bautista) y los que son apartados para ser nazareos deben cumplir con unas normas durante todo el tiempo que dure su compromiso de nazareato:
Primero no podían beber vino ni sidra, ni tampoco comer uvas frescas ni secas (pasas). Los judíos les gustaba mucho tomar vino en las comidas (el vino tiene excelente propiedades digestivas) y en las celebraciones como las bodas (que duraban 7 días) el ingrediente principal era el vino, pero aunque en el pueblo judío esta práctica era muy común, los nazareos no podían hacerla, ¿por qué? Porque el licor tiende a tomar control sobre las personas cuando es consumido en abundancia y el nazareo para mantener su pureza y dedicación a Dios no puede estar dominado por los efectos del vino, sino dominado por la voluntad de Dios exclusivamente.
Segundo no podían acercarse a cuerpo muerto. Los nazareos no podían bajo ninguna circunstancia acercarse a ningún cuerpo muerto, ya que la muerte representa la paga del pecado por los pecados, por lo tanto un cuerpo muerto es inmundo. Dice la Biblia que ni siquiera podían acercarse al cuerpo de su madre ni hermanos si llegaban a morir para no contaminarse.
Tercero no podían pasar navaja sobre su cabeza. Los nazareos no podían cortarse el cabello, pues el cabello largo representaba que Dios estaba encima del nazareo, y el acto de no cortarse el cabello representaba la aceptación de la soberanía de Dios sobre la vida del nazareo, por esta razón no debían cortarse el cabello.
Entonces Sansón como nazareo debía guardar todas estas cosas, no sólo por una temporada, sino durante toda su vida, pero ¿cómo fue la vida de Sansón? ¿Pudo ser Sansón un hombre dedicado a servir a Dios como el ángel de Dios lo anunció a su madre? Veremos que no fue así, más bien Sansón llevó una vida contraria a cumplir el nazareato, veamos en qué sentido esto fue así:
Primero Sansón incumplía la orden de no beber vino: aunque la Biblia no dice de manera explícita que Sansón haya bebido vino, sí dice que estuvo en banquetes. Leamos Jueces 14:10 “Vino, pues, su padre adonde estaba la mujer, y Sansón hizo allí banquete; porque así solían hacer los jóvenes.” En los banquetes al igual que en las bodas el ingrediente primordial era el vino y por el estilo de vida carnal y liberal que llevaba Sansón es casi imposible pensar que nunca tomó vino.
Segundo Sansón incumplió el acercarse a cuerpos muertos. Sansón no sólo se acercó y tocó cuerpos muertos, sino que él mismo fue quien les quitó la vida a muchas personas. Para mostrar un ejemplo leamos jueces 15:15 “Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres.” Sansón a lo largo de su vida le quitó la vida a muchísimas personas, y realmente en este aspecto de su vida estuvo muy pero muy lejos de vivir como un nazareo y estuvo muy lejos de vivir para servir y agradar a Dios.
Tercero Sansón no se cortó el cabello pero su justificación era incorrecta. Sansón según dice la Biblia en jueces 16:17 “…Nunca a mi cabeza llegó navaja; porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre...” siempre guardó el hecho de no cortarse el cabello, más sin embargo el creía que con sólo hacer esto era suficiente para estar bien con Dios y sentirse nazareo verdadero, pero esto no es así pues un nazareo debía esforzarse por cumplir con los demás requisitos que se pedían para agradar a Dios como nazareo. Pero en la actualidad algo muy similar ocurre con los “nazareos actuales” o cristianos, en teoría los cristianos debemos guardar muchos mandamientos que Dios nos pide, sin embargo, algunos de los que dicen ser cristianos se comportan de igual forma que Sansón. Por ejemplo los cristianos domingueros pueden ser un ejemplo, pues ellos creen que con sólo ir los domingos a la iglesia están bien con Dios mientras el resto de la semana llevan una vida tal que no se nota que van a la iglesia, también puede ser el caso de los cristianos que piensan que con sólo diezmar están bien con Dios o aquellos que piensan que con saber de la Biblia es suficiente para estar bien con Dios, pero esta manera de pensar es errónea, pues Dios quiere de nosotros sus hijos y cristianos (o seguidores de Cristo) que cumplamos con congregarnos, diezmar, leer la Biblia, oración y predicar Su Palabra. ¿Qué tipo de cristianos somos? ¿Somos como Sansón haciendo sólo algunas cosas y creyendo que estamos bien con Dios? Si es así herman@ te invito a que por medio de este mensaje y la vida de Sansón puedas meditar y darte cuenta que Dios quiere que le dediques más tiempo de tu vida y que no hagas las cosas por compromiso, sino con alegría y agradecimiento para con Él.
Sansón entre otras debilidades tuvo una con la que siempre tuvo que luchar y por ser débil siempre estuvo envuelto en problemas: él era muy débil con las mujeres y era presa fácil del deseo carnal. Leamos Jueces 14:1,2 “Descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos. Y subió, y lo declaró a su padre y a su madre, diciendo: Yo he visto en Timnat una mujer de las hijas de los filisteos; os ruego que me la toméis por mujer.” Muchos años atrás Dios había ordenado a Moisés y a Josué que no tomasen por mujeres a las hijas de otros pueblos que no fueran de Israel, pero Sansón que era muy enamoradizo, vio una mujer de las filisteas, y no tomó en cuenta esa orden de Dios de no tomar mujer extranjera, sino que pidió a su padre que la tomara por mujer, pero ¿qué criterio usó Sansón para tomar a esta mujer? Jueces 14:3 dice: “Y Sansón respondió a su padre: Tómame ésta por mujer, porque ella me agrada.” Sansón era muy emocional en este sentido, él cuando veía una mujer y le gustaba simplemente iba donde ella y buscaba enredarse sentimentalmente con esa persona. En Jueces Cap 14 se narran una serie de hechos que ocurrieron tras la mala decisión de Sansón de unirse en matrimonio con una mujer filistea y aunque Dios estuvo con él y lo guió, ciertamente se pudo haber ahorrado muchos sinsabores si hubiese sido obediente y si hubiese cumplido su nazareato.
¿Por qué a Sansón le gustaban más las mujeres filisteas que las hebreas? Seguramente estas mujeres como eran muy vanidosas y libertinas se maquillaban y usaban ropas y atuendos mas provocativos y sexys que las mujeres hebreas que más bien se cubrían su cuerpo y sólo las veía su esposo. Pero Sansón que era un hombre muy carnal y emocional sólo tomaba en cuenta la belleza exterior y los rasgos externos en las mujeres. Hoy en día las cosas no son nada distintas y también podemos ver esta conducta en los adolescentes y en la juventud en general, todo es externo, todo es una apariencia, todo es un vacilón de un rato y luego “ni te conozco”, pero los cristianos que hemos sido llamados por Dios debemos ser diferentes, debemos ser prudentes y recatados con nuestra manera de vestir y sobre todo a la hora de buscar pareja para formar matrimonio y familia.
Para los herman@s solteros lo más recomendable es buscar una pareja que tenga los mismos valores cristianos y humanos que Dios pide que tengamos, pues ¿qué ocurrirá si un cristiano se casa con una mujer incrédula y que no tema de Dios? ¿Qué pasara si una cristiana se casa con un hombre de vida no creyente ni que busque a Dios? No digo que el cristiano pueda influir en su pareja incrédula y haga que comience a creer en Dios, pero la tarea será mucho más difícil que si ambos están en el camino de Dios, de hecho la misma palabra de Dios nos pide que hagamos así: leamos 2Corintios 6:14 “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” Herman@ si en estos momentos estás buscando un compañer@ para formar familia fíjate primordialmente en los aspectos espirituales que tenga esa persona y no te dejes llevar únicamente si es atractiv@ ¿amén?
Como vemos Sansón por dejarse llevar sólo por lo exterior conoció a una mujer que literalmente le destrozó la vida: ¿Saben de quién les hablo? ¡Seguramente que si! Dalila, y por su deseo carnal Sansón se enamoró de ella. Los filisteos supieron aprovechar esta debilidad de Sansón, y sobornaron a Dalila para que ella les informase en qué consistía la fuerza de Sansón. Un día Sansón estaba acostado con Dalila de lo más cómodo, ella le ofreció comidas y bebidas, le dio un masaje, le besó y le alegró con todo lo que podía hacer, pero repentinamente le preguntó: “Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrías ser atado para poder dominarte.” (Jueces 16:6) Al oír esta pregunta Sansón podía pensar que ella tenía mala intención de quitarle su fuerza y posiblemente pensó en rechazarla. Pero como Sansón estaba enamorado, comenzó a jugar con ella, diciéndole mentiras. Primero le dijo: “Si me ataren con siete mimbres verdes que aún no estén enjutos, entonces me debilitaré y seré como cualquiera de los hombres.” (Jueces 16:7) Entonces Dalila le ató y dijo: “¡Sansón, los filisteos contra ti!” Y Sansón rompió los mimbres como si fuese un pabilo. Entonces Dalila se molestó y le dijo a Sansón: “He aquí tú me has engañado, y me has dicho mentiras.” (Jueces 16:10) Después Sansón le dijo que era como los demás hombres si lo ataban con cuerdas nuevas, luego con tejer siete guedejas de su cabeza con la tela y asegurarlas con la estaca, pero eran mentiras y Dalila cada vez se molestaba más diciéndole que Sansón no la amaba. De esta manera Dalila presionaba a Sansón todos los días y él tenía más conflictos internos y angustias por ella, y esta situación fue así hasta que ella manipulando los sentimientos de Sansón logró finalmente le dijera que su fuerza venía de su cabello. Así que ella logrando su objetivo le cortó su cabello y Sansón perdió su fuerza, luego vinieron los filisteos, le sacaron sus ojos, lo metieron en la cárcel como esclavo y lo pusieron en una rueda de moler.
Quiero antes de continuar dejar claro un detalle para evitar cualquier confusión, la Biblia dice que Sansón cuando declaró a Dalila el secreto de su fuerza era por el cabello largo, pero esto no se refiere a un hecho literal, es decir, no era el cabello de Sansón lo que hacía que el fuese muy fuerte, en realidad era el poder de Dios que estaba sobre él. Como ya vimos antes, de los requisitos del nazareato Sansón sólo cumplía el de no cortarse el cabello, y por ese hecho Dios por misericordia hacia él permitía que Sansón mantuviese su fuerza, pero cuando Sansón por su debilidad confiesa a Dalila su secreto y pierde su cabello, ya no había nada que hacer, leamos Jueces 16:20 “…Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él.”
Nuestra vida también se puede ser destruida a causa de nuestro deseo carnal. Las mujeres mundanas y los hombres incrédulos pueden destruir nuestra vida de fe. También por llevar una vida carnal el Espíritu de Dios se puede apartar de nosotros y podemos llevar una vida muy miserable. Así que debemos guardar nuestro corazón de nuestros deseos de la carne.
Muchos de nosotros aunque estamos buscando a Dios y asistiendo a nuestra congregación podemos pensar ¿Qué ocurrirá si por mi debilidad peco? ¿Dios podrá perdonarme por mis errores y debilidades, por segunda y tercera vez? ¡Pues si! Dios nos pide que no pequemos y a través de la biblia nos dice qué cosas debemos hacer y cuáles no, Sansón aunque perdió su fuerza y fue esclavo, tuvo un tiempo para meditar en el error que cometió mientras estuvo preso como esclavo y mientras tanto el cabello le crecía de nuevo, como señal de que Dios estaba dispuesto a reconciliarse con él. Finalmente llegó un día en el que los filisteos quisieron hacer burla pública de Sansón, pero él pidiendo a alguien que lo guiara a los pilares de la estructura donde estaba tuvo a nivel espiritual un despertar, leamos Jueces 16:28 “Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos.” Sansón en este momento de su vida pudo entender el verdadero valor de obedecer a Dios y clamó a Él y de inmediato recobró su fuerza y pudo derribar las columnas principales y murieron ese día miles de filisteos, muchos más de los que Sansón mató en toda su vida (Jueces 16:30).
A pesar que la vida de Sansón fue una vida con muchos problemas, tuvo un final en el que clamó a Dios y Dios le respondió, pero con lo que hemos visto en este mensaje puedo decirles con toda propiedad que si decidimos seguir a Jesús en este momento y llevamos una vida de “cristianos verdaderos”, muchísimos serán los problemas que nos evitaremos y no tendremos una vida tan accidentada como la de Sansón.
Oro para que en nuestra iglesia haya hermanos que no se dejen llevar por sus deseos humanos y carnales como Sansón, sino que sean hombres y mujeres que vean las cosas con ojos espirituales y sepan a tiempo apartarse de las tentaciones y así puedan llevar una vida de agradar a Dios. Amén.
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[4.Mar.2012]_Dominical-UBF-Venezuela_(JUE_13..1-16..31)-Mensaje.pdf
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P. Hugo Hurtado (VE)
( 20 de noviembre de 2020 )
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