Lucas 24:1-35

24:1 El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.
24:2 Y hallaron removida la piedra del sepulcro;
24:3 y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
24:4 Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;
24:5 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
24:6 No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea,
24:7 diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.
24:8 Entonces ellas se acordaron de sus palabras,
24:9 y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás.
24:10 Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles.
24:11 Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían.
24:12 Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.
24:13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén.
24:14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.
24:15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos.
24:16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.
24:17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?
24:18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?
24:19 Entonces él les dijo: Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
24:20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron.
24:21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.
24:22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro;
24:23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive.
24:24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.
24:25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!
24:26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?
24:27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.
24:28 Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos.
24:29 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.
24:30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio.
24:31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.
24:32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
24:33 Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos,
24:34 que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón.
24:35 Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan.

¡HA RESUCITADO!


¡Dios les bendiga grandemente amados(as) hermanos(as)! La semana pasada vimos que, Jesús fue sacrificado en la cruz cómo el pago de nuestros delitos y pecados, y hablábamos que este evento es importantísimo en nuestras vidas porque sin él no podríamos ser perdonados (absueltos) de nuestras faltas. Sin el perdón de nuestros pecados estaríamos condenados a una muerte eterna porque como lo dice la escritura: la paga del pecado es la muerte (Ro 6:23a). Por eso agradezco a Dios porque entregó a su Hijo Unigénito en nuestro lugar.

Sin embargo, si Jesús hubiese solamente muerto, sin resurrección, lo que vimos la semana pasada sería la historia de un fracasó, y la obra de Cristo no sería diferente a la de muchos líderes de la historia que también ofreciendo vida y libertad a sus seguidores pero que no lo hicieron, porque no pudieron vencer al mayor enemigo que tiene la humanidad que es “la muerte”. Por lo tanto, la cruz de Jesús por sí sola perdería su sentido si Jesús no hubiese resucitado al tercer día.

Hoy vamos a ver, precisamente, cómo fue la resurrección de Cristo, y principalmente veremos algunas implicaciones prácticas en nuestra vida de fe. Oro que, así como las mujeres y discípulos, nosotros podamos experimentar el poder de Jesús resucitado en nuestra vida. Oro que hoy nuestra fe en la resurrección sea renovada y fortalecida. ¡Amén!

  1. JESÚS RESUCITÓ AL TERCER DÍA

Leamos el v.1 “El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.”  A partir de Lucas 23:44 podemos ver detalles de la muerte y sepultura de Jesús. Cristo falleció en la cruz aproximadamente a las 3 de la tarde del viernes de la semana de la Pascua y ese mismo día fue sepultado por un hombre que en secreto era su discípulo, llamado José de Arimatea. ►El cuerpo de Cristo fue envuelto en una sábana y puesto en una tumba que había sido construida en una roca. Era una especie de “cueva para sepultura”. Todo esto sucedió ante la mirada de un grupo de mujeres que Lucas lista más adelante (v.10), entre las que destacan María Magdalena (liberada de siete demonios), Juana (mujer de un funcionario de Herodes) y María (madre de Jacobo y Juan, discípulos de Jesús). Estas mujeres habían estado siguiendo a Cristo y a diferencia de los discípulos, no huyeron, sino que se quedaron hasta el final con el Señor y como vemos en el v.23:56 prepararon especias aromáticas y ungüentos y se dispusieron a perfumar el cuerpo de Cristo. El detalle es el día viernes llegó a su fin y con eso, inició el día de reposo, y ellas en obediencia a la ley debieron guardar reposo, por eso tuvieron que esperar hasta el tercer día, después que Jesús fue sepultado, para poder ir a la tumba. 

Como lo acabamos de leer, estas mujeres salieron muy de mañana al sepulcro, y aunque tenían muchas dificultades para poder acceder al cuerpo de Jesús, ellas no se detuvieron, sino que siguieron adelante. Si algo debemos rescatar de la actitud de este grupo de mujeres es su valentía, su entrega, su esfuerzo y su sacrificio para servir a Jesús ¿por qué digo esto? Digo que fueron valientes porque en ese momento era muy peligroso ser relacionado con Cristo, podía ser incluso un causal de castigo y hasta la muerte, por eso los discípulos huyeron y por eso Pedro negó al Señor tres veces. Digo también que fueron entregadas porque iban a dar a Jesús algo muy valioso como eran las especias y ungüentos. Fueron esforzadas porque se levantaron muy temprano y sacrificadas porque a pesar de todas las labores que ellas debían hacer en su casa, pospusieron eso por servir a Cristo. 

Estas actitudes son fundamentales para la obra de Dios, y también debemos imitarlas nosotros los actuales discípulos de Cristo. Cada vez va a ser más peligroso servir al Señor, pero a pesar de los peligros, nosotros debemos ser valientes, con sabiduría, pero valientes. También debemos estar dispuesto a darle a Jesús todo, sea mucho o sea poco, es importante que tengamos desprendimiento material para servir a Cristo. Y ni hablar del esfuerzo y sacrificio, cada vez es más cuesta arriba darle tiempo al Señor, porque nuestras vidas actuales son muy estresadas, la dinámica del mundo hoy es tener las agendas a tope, pero aun así debemos saber posponer o saber resolver otros asuntos cuando debemos servir a Jesús. Y vos, ¿estás siendo valiente, entregado, esforzado y sacrificado? ¡Animo! Que, así como estas mujeres, nosotros también podemos hacerlo ¡Amén!

Leamos los vv.2-6 “Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea” las mujeres vieron dónde y cómo había sido puesto Cristo, y en consecuencia, fueron a dicho lugar. Ellas esperaban encontrar todo tal cual como había quedado, pero cuando llegaron al sepulcro encontraron varias evidencias de la resurrección de Jesús. Una de ellas fue la roca de la entrada. Para sellar la tumba de Jesús, como se hacía en todos los sepulcros, ►se colocó una gran roca en la puerta, y aunque no era fácil movilizarla, cuando ellas llegaron, la piedra había sido movida. La otra evidencia era el cuerpo. cuando ellas entraron vieron que no había cuerpo, otros evangelios dicen que estaban los lienzos y el sudario en que había sido colocado Cristo, pero el cuerpo no estaba. Y la tercera evidencia, es la presencia y el mensaje de los ángeles. Obviamente ante la escena estas mujeres quedaron desconcertadas, me puedo imaginar el coctel de pensamientos y sentimientos que tuvieron estas chicas, parece que sobre todo las embargó el miedo, y mientras estaban postradas en la tierra aparecieron dos ángeles, y uno le dijo: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. 

Si bien, hace un ratito aprendíamos de algunas actitudes de estas mujeres que son muy rescatables, es preciso aclarar que hubo otras conductas de ellas que no fueron las idóneas y que también debemos aprender, pero para no replicarlas. Una es que, aunque ellas tenían toda la onda de servir a Jesús, estaban yendo a buscar a un muerto, aún cuando ya la palabra y Jesús mismo advertían que él iba a resucitar al tercer día. Por eso el ángel les dice: Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea. Esta es una muestra de dos cosas: por una parte, de la influencia de la sombra de muerte en nuestras vidas, y por otro lado, los efectos de no recordar la palabra de Dios.

Como el nombre lo dice, la sombra de muerte tiene que ver con el miedo a la muerte y los efectos que esta produce en nuestra conducta. Y algo muy similar sucede con el fracaso. El miedo al fracaso también puede afectar nuestra conducta. Especialmente, y en el marco de esta palabra, debemos saber que la sombra de muerte y el miedo al fracaso pueden velar nuestros ojos e impedirnos confiar en las promesas de Dios y en consecuencia si no prestamos atención, podemos llegar a hacer cosas contra la voluntad de Dios y hasta cometer tonterías. Lo peor es que nadie está exento de esto, si usted mira en retrospectiva seguramente encontrará que muchas veces ha dicho o hecho cosas en contra de la voluntad de Dios por miedo a fracasar o por miedo al sufrimiento suyo o de alguien querido. Pero esto no debe ser así, nosotros debemos confiar plenamente en Dios, perseguir su voluntad, confiar que él nos guarda y no sumergirnos en el desánimo (ni deprimirnos) porque las cosas no nos salen como nos gustaría. Aunque tu problema sea inesperado, aunque esa situación tenga mucho tiempo, aunque eso vaya en contra de tus planes, confía en Dios. Como lo dice Isaías 41:10 No tengas miedo ni desmayes “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”

Para vencer la sombra de muerte y el miedo al fracaso es importante recordar la palabra de Dios. Lastimosamente nosotros somos olvidadizos, por eso debemos hacer un esfuerzo extra, pero si recordamos lo que Dios nos dice y promete, podemos estar más tranquilos y ser menos vulnerables. ¿qué estrategia podemos tener para no olvidar la palabra de Cristo? Cada cual puede buscar la suya, pero sin duda todas se reducen a leer y meditar en la biblia constantemente. Si las mujeres hubiesen hecho esto sobre las palabras que Jesús les había dicho (v.7) “Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.”, no habrían estado buscando un muerto, sino a Jesús resucitado. Pero la buena noticia para todos es que Jesús no estaba en la tumba, como dijo el ángel: No está aquí, sino que ha resucitado. ¿usted logra entender lo que esto significa para la humanidad entera y para nosotros? muchas veces creemos que la resurrección es solo un aspecto histórico, pero implica más que eso, veamos tres aspectos importantes que se derivan de que Jesús Resucitó:

Primero, la resurrección es una prueba de que Dios es fiel. Desde que el hombre cayó en pecado, en Génesis, Dios anunció un plan de rescate. Muchas veces en su palabra también lo ratificó. Ciertamente pasaron muchos años hasta el tiempo de su cumplimiento completo, pero finalmente así sucedió: Jesús resucitó. Lo cual nos muestra que Dios es fiel. Dios promete lo que cumple, porque él es fiel a su palabra. Aunque nosotros seamos infieles, dice la biblia, que él permanece fiel. Este es un punto importante, porque nos ayuda a confiar en la palabra de Dios y esperar en sus promesas futuras, aún en la biblia hay aspectos que no se han cumplido, como la segunda venida de Jesús, el juicio venidero, la vida eterna, etc. Mucha gente duda de que esto sea cierto, pero en base a la resurrección de Jesús podemos tener confianza que Dios cumplirá porque es fiel.

Segundo, la resurrección de Jesús nos da garantía de Salvación. Leamos 1 Pedro 1:3,4 “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,” Como les decía al principio, la resurrección de Cristo completa la obra de Salvación de Dios. En la resurrección, Jesús venció a la muerte y eso lo convierte en la primicia de todos los que postreramente resucitaremos para vida eterna. Gracias a la resurrección de Cristo, tendremos herencia en el cielo, un lugar diferente al que hoy tenemos, porque será un lugar en que no habrá más sufrimiento, será un lugar eterno, un sitio en que habitaremos para siempre con Dios. Gloria a Dios por esta garantía de Salvación. Este aspecto es muy importante, de hecho, es la base de nuestra vida de fe, si no tuviésemos garantía de nuestra salvación, no tendría sentido que siguiéramos a Jesús, como decía Pablo, más bien comamos y bebamos porque mañana moriremos. Oro a Dios que todos nosotros tengamos certidumbre especialmente en este aspecto. 

Tercero, la resurrección de Jesús nos fortalece para enfrentar las luchas en esta tierra. A diferencia de los demás líderes de la historia, Jesús no sucumbió frente a la muerte ¿por qué? Hechos 2:24 dice que era imposible que la muerte le retuviera porque Jesús es completamente santo. Él no murió por sus pecados sino por los nuestros. De esta manera Jesús venció el obstáculo más grande de la humanidad, obstáculo que irónicamente aún muchos procuran vencer sin Cristo. Entonces, si Jesús venció lo más difícil de vencer, puede ayudarnos a vencer y tener victoria en las cosas más chicas que estas. Como se dice en 1 Corintios 15:56,57 “ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” Saber esto es una gran arma, que nos puede ayudar a afrontar cualquier problema en nuestra vida, del tamaño que sea, podemos tener seguridad que si algo es la voluntad de Dios él lo hará. Pues nos ha demostrado en su resurrección que tiene el poder para hacerlo.

  1. JESÚS APARECIÓ A DOS DISCÍPULOS

Hasta aquí hemos aprendido -en parte- cómo fue que nos enteramos de la resurrección de Jesús. Fueron las mujeres las primeras que supieron y aunque en este pasaje no se dice, sabemos por otros evangelios, que incluso fueron las primeras en ver a Jesús resucitado. Lo que sucedió después de esto es que ellas fueron corriendo a contarle esto a los once discípulos y a los demás que habían seguido a Jesús desde que venía de Galilea, pero, ellos no les creyeron. Dice el v.11 que a ellos les parecían locura sus palabras. Sin embargo, Pedro fue al sepulcro y constató con sus propios ojos lo acontecido y estaba maravillado.

         Ahora bien, en el pasaje de hoy podemos ver una de las primeras apariciones de Jesús resucitado a sus discípulos, no eran del grupo de los 11, sino de los demás. Y aunque el encuentro está largamente explicado en el pasaje de hoy, me gustaría que principalmente viéramos un aspecto importante respecto a qué nos puede impedir tener ese encuentro personal con Jesús resucitado y experimentar la gloria de Dios. Leamos los vv.19-21 “Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.

         Cuando estos dos discípulos se dirigían a una aldea que está cerca de Jerusalén, al norte, Jesús se le apareció y ellos no le pudieron reconocer, entonces el Señor resucitado les preguntó qué cosas hablaban y ellos respondieron lo que acabamos de leer. Especialmente notemos que ellos estaban tristes porque pensaban que Jesús había muerto para siempre y porque pensaban que ya no había esperanza para Israel. El punto que quiero resaltar es lo perjudicial que pueden ser nuestras falsas expectativas frente a la obra de Dios. Aunque estos discípulos creían en Jesús, ellos tenían una idea errada de su obra, pero no porque Jesús no se las hubiese explicado, sino porque lo que Jesús les anunció no coincidía con sus ideas propias. Por eso no pudieron ver la bendición de lo que estaba sucediendo, no estuvieron listos para ver a Jesús resucitado al tercer día e incluso no le creyeron a las mujeres que les habían dado la noticia de la resurrección de Jesús. 

         Enfatizo esto porque puede estar pasándonos hoy que lo que está sucediendo en nuestra vida no va conforme a lo que nos gustaría, o conforme a nuestro plan, y muchas veces por eso desestimamos que Dios está obrando, y no vemos la bendición de lo que está sucediendo. Esto puede suceder en nuestra vida en general y especialmente frente a la resurrección/promesas de Jesús. Mucha gente no cree en lo que dice la biblia, solo por el hecho de que las cosas que allí están no le cuadran o porque lo que está sucediendo no les parece lo lógico, pero quiero que te lleves este mensaje hoy: la resurrección de Jesús es una muestra que quizá lo que estás viendo o viviendo sea solo el preámbulo a la manifestación gloria de Dios en tu vida. Así que no te desanimes, no bajes los brazos, ten fe en Jesús resucitado.

         Gracias a Dios, Jesús ayudó a estos discípulos y ellos finalmente reconocieron a Jesús resucitado, oro que todos los que tengamos una fe débil en este tiempo seamos fortalecidos y nuestros ojos espirituales abiertos. ¡Amén!

ARCHIVOS PARA DESCARGAR



FOROS UBF ESPAÑOL

SUGERIMOS LEER

MÚSICA QUE EDIFICA

SÍGUENOS EN LAS REDES SOCIALES

ACERCA DE UBF

La Fraternidad Bíblica Universitaria (UBF) es una organización cristiana evangélica internacional sin fines de lucro, enfocada a levantar discípulos de Jesucristo que prediquen el evangelio a los estudiantes universitarios.

UBF MUNDIAL

Puede visitar el sitio de UBF en el mundo haciendo clic en el siguiente enlace (en inglés):

SUSCRIPCIÓN BOLETÍN

Ingrese su dirección e-mail para recibir noticias
e invitaciones a nuestras actividades