Lucas 24:1-12

24:1 El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.
24:2 Y hallaron removida la piedra del sepulcro;
24:3 y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
24:4 Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;
24:5 y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
24:6 No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea,
24:7 diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.
24:8 Entonces ellas se acordaron de sus palabras,
24:9 y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás.
24:10 Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles.
24:11 Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían.
24:12 Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.

JESÚS: EL QUE HA RESUCITADO


Dios les bendiga amados hermanos. Bienvenidos a nuestro Servicio Dominical. Como muchos de ustedes sabrán, hoy es el último día de la Semana Santa, conocido como domingo de resurrección; y en este marco tendremos una lectura especial basada en Lucas 24 con la intención de que recordemos el verdadero sentido de esta celebración. Alrededor del mundo existen muchas fábulas y tradiciones en torno a esta semana, que la gente sigue porque no conocen la verdad o por costumbre. Algunos regalan huevos de chocolate o pintar huevos de colores. Otros no comen carne en esos 7 días y solo comen pescado. Hay quienes queman un muñeco como si estuviesen quemando a Judas y piden dinero en las calles. Otros pagan penitencias, participan en procesiones, visitan 7 iglesias y se visten de púrpura. Asombrosamente la mayoría de las personas en el mundo celebran la Semana Santa pero no entienden bien lo que esta significa y muchos otros no la celebran, sino que usan estos días libres para otras actividades, como irse de vacaciones.

Pero nosotros no queremos celebrar en vano esta fiesta, sino hacerlo con propiedad y un sentido correcto. Por eso oro que en este mensaje aprendamos, recordemos y además meditemos, en el verdadero motivo de la Semana Santa, que como lo dice el título es “la resurrección de Jesús”. Espero que al finalizar podamos tener claro todas las bendiciones que hay en la resurrección de Jesús. ¡Amén!

I. LA TUMBA ESTABA VACÍA

Leamos el v.1-3 El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Los hechos que vamos a ver hoy ocurrieron al tercer día después de la crucifixión de Jesús. Jesús fue crucificado un día viernes en vísperas de la pascua judía.

La pascua judía era una fiesta celebrada anualmente en la que cada familia ►debía sacrificar un cordero y comerse toda su carne asada al fuego en compañía de panes sin levadura y hierbas amargas. Esta celebración fue establecida por Dios (ver Éxodo 12) y el pueblo de Israel lo celebró por primera vez en Egipto, una noche antes de que Dios mandara la última plaga a Egipto, la de la muerte de los primogénitos. En aquella ocasión la muerte vino a la tierra y entró en cada casa y se llevó a todos los hijos mayores, tanto humanos como animales, pero en las casas de los israelitas donde estaba ►la marca de la sangre del cordero pascual, ►allí no entró la muerte, la vida de esos primogénitos fue perdonada. Es decir, que el cordero que era sacrificado redimía la vida de los que iban a morir, era como si tomara su lugar. Dios le pidió a su pueblo que celebrara cada año esta ceremonia, en cierta forma, para que recordaran como Dios con mano fuerte y poderosa los liberó de la esclavitud de Egipto en la que vivieron por 440 años, pero también para que tuvieran presente que gracias a la sangre del cordero, la muerte pasó sobre ellos y no entró a sus casas. Por eso esta fiesta se le llamó “pascua”, pascua significa “pasó sobre”.

Jesús, como cada israelita, celebró la pascua muchas veces en su vida, la semana pasada aprendimos que su primera vez fue a los 12 años. Pero después de esto, cada año fue a Jerusalén -probablemente con sus padres- para cumplir la ley de Dios. Sin embargo, en sus últimos tres años, el Señor celebró esta fiesta con sus discípulos y particularmente la última tuvo un significado especial, no solo para el pueblo de Israel, sino también para toda la humanidad. ¿por qué? ¿qué pasó de especial? Resulta que en esta ocasión fue sacrificado un cordero especial. Y no les hablo de un animal, como era la costumbre, sino de nuestro Señor Jesús.

Fíjense lo que dice Juan 19:31,33 Entonces los judíos, por cuanto era la preparación de la pascua, a fin de que los cuerpos no quedasen en la cruz en el día de reposo (pues aquel día de reposo era de gran solemnidad), rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados de allí. Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas. Es interesante, porque a la misma hora en que los israelitas solían sacrificar al cordero de la Pascua, fue que nuestro Señor Jesús falleció en la cruz, después de haber padecido por horas la tortura infringida por los soldados romanos. De esta manera, la muerte de Jesús vino a ser el sacrificio de la pascua para que la muerte pasara sobre toda la humanidad. No solo para la redención de unos pocos sino de todo el mundo. Lo pudo ser posible porque Jesús no era un cordero imperfecto como los que eran sacrificados cada año, sino que era uno sin mancha, sin pecado, completamente santo, que fue sacrificado de una vez y para siempre por todos nosotros. Por eso el apóstol Pablo dijo en 1 Corintios 5:7b porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.

Así es como aprendemos el primer punto importante del mensaje de hoy. [Nuestra pascua es Jesús]. Ya no debemos festejar la salida de Egipto, ni la salvación de los primogénitos, sino que nuestra celebración es porque Jesús murió en la cruz, pagando nuestros pecados, tomando nuestro lugar para que la muerte no nos alcanzara, sino que pasara sobre nosotros. De otra manera hermanos, habríamos muerto por nuestros pecados, habríamos tenido que pagar el precio de nuestra desobediencia, y no me refiero a que tendríamos que morir físicamente, como en efecto lo vamos a hacer todos, sino que también moriríamos espiritualmente. Es decir habríamos estado condenados a ir al infierno, ese lugar de tormento y sufrimiento.

Pero debo aclarar algo importante, algo que dijo el M. Isaac en su mensaje el viernes. Si Jesús solo hubiese muerto en nuestro lugar, esta historia sería muy linda, pero también muy triste. Y no solo eso, sino que Jesús sería como cualquier otro líder, como Simón Bolívar o José de San Martín, quienes luego de haber luchado por un ideal murieron y allí quedaron, sin poder hacer más. Pero lo maravilloso de la historia de Jesús no es solo su muerte, sino lo que ocurrió al tercer día después. Quiero que volvamos a leer los v.1-3 El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Según lo que Lucas investigó, el Domingo en la mañana, después había pasado el día de reposo, María Magdalena, Juana, María la madre de Jacobo, y otro grupo de mujeres (v.10), fueron a la tumba de Cristo con especias aromáticas para perfumar el cuerpo. Esta era una tradición de la época, es el equivalente a llevar flores al cementerio de nuestro tiempo. Según el evangelio de Marcos, ellas estaban preocupadas por una sola cosa: ¿Quién les removería la piedra de la entrada del sepulcro? (Marcos 16:3). Porque Jesús había sido sepultado en una ►tumba tipo cueva, que se sellaba con una gran piedra en forma de disco. Sin embargo, en los versos que acabamos de leer nos damos cuenta que ellas no tuvieron que hacer ningún esfuerzo, porque el obstáculo que tenían Dios mismo lo había movido. Es importante aprender de la actitud de estas mujeres, quienes no se detuvieron frente a los obstáculos, y que hicieron un esfuerzo grande para poder ir a adorar a Jesús. Hermano, fíjese que ellas tenían una excusa completamente válida para no ir a la tumba de Jesús. Había una piedra que ellas no podrían mover. Pero no solo eso, también había guardias vigilando el sepulcro, y los gobernantes querían capturar a los seguidores de Cristo para matarlos. Pero, aunque la excusa era válida, ellas no se detuvieron, sino que su amor por Jesús fue tal, que siguieron adelante y confiaron en que de alguna manera podrían superarlo. Yo te pregunto hoy ¿Cuál es tu piedra? ¿Es un problema interno o externo? A veces el problema es muy grande como el que vivimos hoy día, una pandemia que nos impide ir al templo, pero también puede ser un problema económico, una enfermedad, un examen, etc. Lo que nos enseña la palabra de hoy es que no importa cuán grande sea el obstáculo que te impida acudir a Jesús, lo importante es no rendirse y seguir intentándolo y esperar que Dios de una manera u otra resuelva nuestro problema.

Y eso pasó con estas mujeres, la piedra estaba removida. Pero esto fue lo más asombroso, lo más impactante es que no estaba el cuerpo de Jesús. Normalmente decimos que la tumba estaba vacía, pero tengo que decirles que no era así, ciertamente en la tumba no había cuerpo, pero allí había quedado una evidencia, el v.12 dice que estaban los lienzos en que había sido envuelto Jesús. Yo sé que la resurrección de Jesús es algo que quizá ya hemos escuchado muchas veces en la vida, y por eso pensamos que es algo común o cotidiano, pero con mucho respeto lo invito a que hagamos un ejercicio que nos permitirá comprender la magnitud de este evento. Imagínese que un día va al cementerio donde está enterrado alguien que usted quiso, y del cual está seguro fue sepultado allí, porque lo vio con sus propios ojos. Ahora piense que usted va a visitar esa tumba y cuando llega se encuentra la fosa y el ataúd abiertos, y sin cuerpo. ¿es fuerte la impresión? Esto fue lo que vivieron las mujeres que fueron al sepulcro de Jesús.

Ahora leamos los v.4-6a Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado. No bastando con la impresión propia de encontrar la tumba de Jesús “vacía”, a las mujeres se les aparecieron ►dos varones vestidos de ropas resplandecientes. La palabra dice que ellas se asustaron. Yo creo que ellas pensaron que eran espíritus y me imagino que pegaron un grito: ¡ahhhhhhh! Pero estos varones eran ángeles mensajeros de Dios que tenían un mensaje ¿cuál era? [No está aquí, sino que ha resucitado] Quizá a priori no se note, pero esta noticia es la más importante que ha recibido toda la humanidad. Quizá para un padre, la mejor noticia fue cuando nació su hijo. Para un estudiante, el día de su recibida. Para un trabajador, cuando lo contrataron en su trabajo soñado y para un empresario, cuando hizo su mejor negocio. Pero aunque estas son buenas noticias para todos ellos, les puedo garantizar que la mejor es que Jesús resucitó. ¿por qué? vamos a ver 3 importantes razones. Les confieso que para no hacer el mensaje tan largo tuve que escoger solo algunas, porque son muchas.

Primero, con la resurrección, fuimos justificados. Romanos 4:25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación. Antes el hombre vivía con Dios, pero causa de nuestros pecados, una gran separación se generó entre Él y nosotros, porque Dios es completamente justo y santo, y no podía habitar con el pecado. Pero además, por el pecado, los seres humanos nos hicimos merecedores del juicio de Dios. Es decir, que Él tendría que derramar toda su ira sobre nosotros porque habíamos quebrantado su ley.

Por eso fue que murió Jesús en la cruz, él allí tomó nuestro castigo para que pudiéramos ser justificados delante del Padre. ¿y qué significa la resurrección e todo este proceso? Es la confirmación de que Dios aceptó el sacrificio de Cristo por nuestros pecados y es una liberación de nuestra condena. Por eso es que Romanos dice que Jesús fue resucitado para nuestra justificación. Justificación significa “prueba de la justicia de alguien”.

Segundo, con la resurrección Jesús venció a la muerte para darnos vida eterna. La resurrección de Jesús es garantía de que algún día resucitaremos como él lo hizo y tendremos vida eterna. Fíjese lo que dice 1 Corintios 15:20-22 dice: Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Si Jesús no hubiese resucitado nosotros no tendríamos una prueba fehaciente de que alguien podría resucitar, por lo cual no habría garantía de que tendremos vida eterna. Sabríamos que íbamos a morir físicamente, como en efecto sucede, y más nada. Hasta allí llegaría nuestra vida. Pero gracias a Dios que Jesús se levantó de entre los muertos, porque ahora si sabemos que habremos de resucitar, como lo promete Dios en su palabra. Jesús fue el primero, y nosotros los siguientes.

Esta convicción es particularmente muy buena cuando alguien amado fallece. Porque nos da la esperanza de que quizá podremos verlo nuevamente en el reino de los cielos. También es muy bueno cuando hemos llevado una vida en este cuerpo débil, que se enferma y que algún día morirá, porque según 1 Co 15:44 sabemos que esta resurrección será en un nuevo cuerpo, uno espiritual y glorioso, del cual no nos quejaremos más. Y finalmente es muy buena esta convicción de resurrección cuando hemos sufrido mucho en esta tierra, porque la resurrección nos da la certeza de que viviremos eternamente en el cielo, en un lugar hermoso y cerca de Dios, donde vamos a poder vivir en perfecta paz, donde no necesitaremos trabajar y donde no sufriremos más. como lo dice 1 Pedro 1:3,4 Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros. Así como Pedro, también bendigo y glorifico a Dios por la resurrección de Jesús y la vida eterna que recibiremos gracias a ella.

Tercero, con la resurrección tenemos garantía de victoria en nuestras luchas. La muerte es el enemigo/problema más grande que cualquier persona pueda enfrentar. Tanto ricos, como pobres, blancos y morochos, hombres y mujeres, debemos enfrentarla. Y aunque el hombre ha intentado superar la muerte no ha podido, ni podrá. Hay muchos intentos, por ejemplo, la momificación, las clonaciones humanas, la criogenización, trasplantes de cabeza, etc. Todos son intentos de inmortalidad, pero ninguno ha dado resultado, ni lo dará. Porque los hombres somos frágiles ante la muerte. Pero el hecho que Jesús haya resucitado nos muestra que como él pudo vencer el problema más grande, también podrá resolver un problema más chico. Entonces con el poder que Jesús mostró en su resurrección nos puede ayudar a superar cualquier problema que tengamos. Si algo es la voluntad de Dios, tenga la seguridad que por más grande y difícil que sea él lo hará. Amén.

Cuarto, con su resurrección Jesús nos dio un propósito. Leamos 1 Corintios 15:55-58 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. Podríamos llegar a pensar que gracias a la resurrección de Jesús no hay más nada que hacer sino esperar. Pero esto no es cierto, hay mucho trabajo por hacer. Muchas personas deben conocer la buena noticia de la resurrección de Jesús para que al aceptarlo reciban todos los beneficios que hoy estamos hablando. Este trabajo Dios podría habérselo dado a los ángeles, pero decidió dárnoslo a nosotros y por eso debemos predicar el evangelio que es Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; (1 Co 15:3,4). Este trabajo no es fácil, se los digo con propiedad, a veces llegan momento de desánimo, a veces creemos que estamos desperdiciando el tiempo, pero la palabra nos dice que nuestro propósito es mantenernos firmes, constantes, y creciendo en Dios. Y que nada de lo que hagamos será en vano.

Esto fue lo que hicieron las mujeres que visitaron la tumba de Jesús. los v.9,11 dicen que volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas, y no las creían. No todos van a recibir el evangelio de Jesús con un corazón abierto, muchos nos van a rechazar y llamar locos. Pero aun así debemos anunciar con denuedo.

¿qué hemos aprendido hoy? Hemos visto que nuestra pascua es Jesús, porque él fue el cordero perfecto que se sacrificó para que la muerte no nos tocara, sino que pasara sobre nosotros. También vimos que no solo murió, de ser así habría sido muy desdichado, sino que al tercer día resucitó de los muertos lo que significa que Dios aceptó la paga y fuimos justificados. En la resurrección, por ende, tenemos garantía de vida eterna, de victoria en nuestras luchas y un propósito claro: predicar el evangelio. Espero que a partir de hoy su semana santa ya no sea solo unas vacaciones, o una fiesta tradicional, sino que sean un tiempo especial en que festejemos la victoria de Jesús por nosotros. Para finalizar quiero que veamos un mini ►video que me encontré ayer en la web y me gustó mucho y que resume bastante bien todo lo que hemos hablado hoy.

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