Marcos 5:1-20
5:1 Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos.5:2 Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,
5:3 que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun con cadenas.
5:4 Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar.
5:5 Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras.
5:6 Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él.
5:7 Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.
5:8 Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo.
5:9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.
5:10 Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de aquella región.
5:11 Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo.
5:12 Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos.
5:13 Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.
5:14 Y los que apacentaban los cerdos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron a ver qué era aquello que había sucedido.
5:15 Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo.
5:16 Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos.
5:17 Y comenzaron a rogarle que se fuera de sus contornos.
5:18 Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él.
5:19 Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.
5:20 Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban.
¿Cómo te llamas?
Buenos días para todas y todos los hermanos que están hoy presentes en nuestro servicio y a todos aquellos que están leyendo estas líneas, ¡Dios les bendiga abundantemente! Hoy continuaremos esta interesante serie de mensajes acerca de los milagros de Jesús, la lectura de hoy trata acerca de un tema que no a todos les agrada mucho conversar: La posesión demoníaca. Pero hoy veremos el caso de un hombre que tenía dentro de sí muchos demonios, los cuales lo tenían completamente dominado y veremos desde el punto de vista de Jesús, cómo hizo para sacar a este hombre de su situación.
Leamos V1 “Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos.” Jesús había atravesado el mar de Galilea y llegó a esta zona llamada Gadara, habitada principalmente por gentiles (es decir no judíos) y un dato curioso en lugar de criar ganado u ovejas, criaban cerdos, animales considerados inmundos para los judíos.
Leamos V2 “Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo” Jesús en cuanto llegó a este lugar salió a su encuentro un hombre, que según vemos en esta historia no es una persona común (como la mayoría de la multitud que lo seguía a todos lados), sino un hombre que tenía dentro de sí un espíritu inmundo o dicho de otra manera un endemoniado. Marcos nos da detalles de cómo vivía este hombre: primero vivía en los sepulcros. Cuando se menciona la palabra sepulcro ¿qué es lo primero que llega a tu mente? Muerte ¿Verdad?… Los sepulcros eran cavernas que se construían en las laderas de las montañas en lugares apartados de las ciudades, y allí eran colocados los cuerpos de las personas que morían, muy semejante a lo que hoy en día es un cementerio. La biblia dice que este hombre vivía en los sepulcros, que no es más que un lugar en donde hay muertos, y los olores eran putrefactos (ya que dichas cavernas no quedaban selladas herméticamente), realmente los sepulcros eran lugares completamente inadecuados para vivir. Adicionalmente para el pueblo judío los cuerpos muertos de animales y de personas eran considerados inmundos, y no podían ser tocados ni se podía entrar donde estos yacían pues la persona inmediatamente era considerada inmunda, pero este hombre vivía allí, o mejor dicho el demonio que lo dominaba hacía que este hombre viviera allí, por lo que este hombre vivía en la inmundicia.
Otro detalle importante es que este hombre literalmente era físicamente indomable: leamos V4 “Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar.” La Palabra dice que a este hombre se le había intentado dominar en muchas ocasiones, a través de colocarle cadenas y grilletes en sus manos y pies, pero ¿qué hacía con ellos? Los despedazaba y rompía todas esas cadenas que lo intentaban amarrar a un lugar. Ciertamente la fuerza física que este hombre tenía era excesiva, tanto así que era capaz de romper cadenas y despedazar grilletes (no quiero ni siquiera imaginarme lo que se sentiría que este hombre nos apriete duro del cuello con toda su fuerza).
Como último detalle (y no menos importante) es: leamos V5 “Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras”. Este hombre representaba un azote en esa zona, pues siempre andaba dando gritos y asustando a la gente que pasaba por allí tanto de día como de noche, la Biblia muestra que él no era violento con las personas, es decir, no atacaba ni agredía físicamente a las personas, sino que dice que él se hería con piedras, era violento consigo mismo.
En resumen podemos ver en qué condición se encontraba este hombre a causa de estar poseído por este espíritu inmundo:
Esclavitud: Lo que este hombre hacía no era porque él quería ni era por su voluntad, sino que el espíritu que lo dominaba era el que actuaba por él.
Inmundicia: El habitar en los sepulcros hacía que este hombre fuese inmundo constantemente, como lo eran los cuerpos muertos del lugar.
Muerte: Estaba rodeado de muertos, y él espiritualmente ya estaba muerto, además al herirse con piedras, lentamente estaba matándose físicamente.
Hermano y hermana que estás aquí escuchando esta palabra y leyendo este mensaje te pregunto: ¿Qué entiendes tú por posesión demoníaca? ¿Qué significa para ti la expresión “estar endemoniado”? quiero pedirte que por un momento pienses en esto… Para la gran mayoría de las personas, estar endemoniado se asemeja a una de estas definiciones:
“Un tipo de trastorno del comportamiento que se atribuye al apoderamiento del espíritu del hombre por otro espíritu”
“Trastorno psiquiátrico disociativo de la histeria, también llamado trance o posesión”
“El control interno, intermitente o permanente, por un demonio de las acciones del cuerpo de un ser humano”
Con estas definiciones (tomadas de internet) podemos ver que cuando una persona es poseída por un espíritu maligno (demonio) pierde completamente su noción y el dominio sobre su propio cuerpo (puede ser temporal o permanente), siendo dicho espíritu el que controla y “esclaviza” al poseído, así como lo vemos claramente en la Palabra de hoy. Algunos de ustedes estarán imaginándose en su mente imágenes como la del Exorcista, Marilyn Manson, escenas de brujería como se ven en las películas en las que la gente está con los ojos blancos y botando espuma por la boca y cosas como éstas… ciertamente estos casos son ejemplos evidentes de posesiones demoníacas.
Quiero decirles hermanos que nuestra sociedad actual está prácticamente en la misma situación que este endemoniado, estamos en un mundo en donde predomina la maldad, en un mundo en el que las posesiones demoníacas están a la orden del día. Cada día podemos ver en los noticieros (e incluso en nuestra misma comunidad) incontables casos de sucesos de violación y prostitución infantil, asesinatos a montones, depravaciones homosexuales, muertes por sobredosis y/o alcoholismo, destrucción de hogares a causa de la infidelidad, desmembramiento de familias por motivos de herencia y/o reparticiones de bienes materiales, todo esto son poderosas posesiones demoníacas que están ejerciendo una fuerza tan poderosa como la fuerza del endemoniado gadareno. Seguramente algunas de las personas que más queremos (familiares, amigos, etc) están siendo dominadas por alguna de estas posesiones demoníacas, y ciertamente para ellos no hay una salida, o mejor dicho, en su condición de dominados no pueden ver una salida para su situación.
Ahora bien… ¿Qué dice la Biblia al respecto? Mateo 10:1 dice “Entonces (Jesús) llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.” La Palabra dice que Jesús les dio autoridad a sus discípulos sobre los espíritus inmundos, esto quiere decir que si nosotros seguimos a Jesús, los espíritus inmundos (como los del endemoniado gadareno) ¡No tienen poder sobre nosotros! Entonces… ¿Cuál es la condición para que los demonios no nos posean ni tengan control alguno sobre nuestra vida? La respuesta es sencilla: Ser discípulo (seguidor) de Jesús.
Leamos V6-8 “Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él. Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo” Jesús decía al demonio que saliera de ese hombre, quien al verlo se postró inmediatamente delante de Él, evidenciando el poder que Jesús tiene sobre ellos, pero en este pasaje podemos ver que el demonio no sale al instante, sino que aún permanece en el hombre… ¿Por qué? Porque Jesús quería primero que el hombre que estaba poseído se diera cuenta en qué condición se encontraba, quería que se diera cuenta que era un esclavo sometido a voluntad del demonio, leamos V9 “Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.” Jesús hace una pregunta: “¿Cómo te llamas?” pero no responde el hombre sino el demonio que estaba dentro de él diciendo: “Legión me llamo; porque somos muchos”. Jesús hace esta pregunta para que el hombre se dé cuenta de quién era el que lo estaba atormentando durante tanto tiempo. La palabra legión era un término utilizado en la milicia romana para referirse a una multitud de soldados (hoy en día equivalente a batallón o pelotón) de aproximadamente 6000 personas. ¿Entonces este hombre tenía dentro de sí miles de demonios? ¡Pues si! Y eso era lo que Jesús quería que este hombre supiera antes de liberarlo.
Posterior a esto ocurre algo realmente extraordinario, leamos V11-13 “Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.” Todos los demonios rogaron a Jesús que les permitiera entrar en los 2000 cerdos que estaban en un hato cerca de allí. La palabra dice que Jesús les dio permiso, fíjense que ahora cambian por completo los papeles, antes eran los demonios indomables pero ahora… ¡son ellos los que piden permiso a Jesús! ¿Quién es el Fuerte y quién es el débil?
La biblia nos enseña que todas estas cosas que vemos en lo material y en lo físico son el reflejo de una gran batalla espiritual entre el bien y el mal, la Biblia dice en Efesios 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” No es contra carne ni sangre, no es contra un gobierno ni una organización, sino contra todo un ejército equipado con una gran artillería de maldad, la lucha verdadera es entre Jesús y Satanás, pero Satanás en su maldad se aprovecha de los que no conocen a Jesús para dominarlos y poseerlos, sin embargo, Jesús venció a Satanás en la cruz, al morir por cada uno de nosotros, en especial por los que ahora están dominados y hundidos por sus pecados, pero ¿Cómo pueden hacer aquellos que están dominados y poseídos para ser libres? la palabra dice “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” (Romanos 10:9). Serás salvo o mejor dicho serás libre de esas cadenas que te han atado al fracaso y a la muerte y lo mejor de todo es que en Jesús NO volverás a estar dominado JAMAS por satanas. ¡Aleluya!
Luego de que los cerdos se ahogaran en el mar los que los apacentaban fueron a la ciudad a buscar gente para que vieran lo que había sucedido, y al llegar dice la palabra en el V15,16 “Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos.” Posiblemente los que vinieron de la ciudad eran los dueños de los cerdos para saber qué era lo que le había pasado a sus animales, y cuando llegaron vieron al hombre que antes estaba endemoniado y desnudo (porque ahora estaba vestido), pero ahora en su sano juicio, tuvieron miedo y dijeron a Jesús que se fuera de allí (lo corrieron literalmente), y el hombre ya liberado quería estar con Jesús pero Él se lo impidió, más bien le encomendó que diese su testimonio a los habitantes del lugar de cómo Jesús había cambiado su vida y así lo hizo, de manera que los habitantes de las ciudades vecinas que ya lo conocían como un azote ahora era un hombre nuevo y totalmente diferente, y la biblia dice que las personas se maravillaban de su cambio (V20). Así como este hombre cualquiera de nosotros puede ser liberado de todas esas cadenas y posesiones malignas que nos quieran dominar por medio de aceptar que Jesús entre y gobierne en nuestro corazón y en nuestra vida.
Si tú has sido de los que has estado dominado por alguna de las posesiones demoníacas de este tiempo, y has estado tropezando y llevando mucho sufrimiento a causa de tu situación de la que no puedes salir, te digo que hoy Jesús te está preguntando ¿Cómo te llamas? ¿En dónde te encuentras? Si tan sólo confiesas a Jesús como tu Salvador y crees de verdad que Él puede liberarte, la Biblia dice: “SERAS SALVO” ¿De qué, de quién? salvo de satanas y sus posesiones, tendrás una vida nueva al lado de Jesús, en donde el maligno simplemente no podrá llegar hasta ti. ¿Quién dice Amén?
Oro para que los que ya hemos aceptado a Jesús como Salvador podamos ser de buena influencia para aquellos que tenemos alrededor, que están siendo fuertemente dominadas por satanas, que la iglesia de Cristo sea luz en los lugares donde hay tinieblas y rompamos con nuestro ejemplo cualquier posesión del diablo a lo largo y ancho del mundo… ¡AMEN!
Leamos V1 “Vinieron al otro lado del mar, a la región de los gadarenos.” Jesús había atravesado el mar de Galilea y llegó a esta zona llamada Gadara, habitada principalmente por gentiles (es decir no judíos) y un dato curioso en lugar de criar ganado u ovejas, criaban cerdos, animales considerados inmundos para los judíos.
Leamos V2 “Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo” Jesús en cuanto llegó a este lugar salió a su encuentro un hombre, que según vemos en esta historia no es una persona común (como la mayoría de la multitud que lo seguía a todos lados), sino un hombre que tenía dentro de sí un espíritu inmundo o dicho de otra manera un endemoniado. Marcos nos da detalles de cómo vivía este hombre: primero vivía en los sepulcros. Cuando se menciona la palabra sepulcro ¿qué es lo primero que llega a tu mente? Muerte ¿Verdad?… Los sepulcros eran cavernas que se construían en las laderas de las montañas en lugares apartados de las ciudades, y allí eran colocados los cuerpos de las personas que morían, muy semejante a lo que hoy en día es un cementerio. La biblia dice que este hombre vivía en los sepulcros, que no es más que un lugar en donde hay muertos, y los olores eran putrefactos (ya que dichas cavernas no quedaban selladas herméticamente), realmente los sepulcros eran lugares completamente inadecuados para vivir. Adicionalmente para el pueblo judío los cuerpos muertos de animales y de personas eran considerados inmundos, y no podían ser tocados ni se podía entrar donde estos yacían pues la persona inmediatamente era considerada inmunda, pero este hombre vivía allí, o mejor dicho el demonio que lo dominaba hacía que este hombre viviera allí, por lo que este hombre vivía en la inmundicia.
Otro detalle importante es que este hombre literalmente era físicamente indomable: leamos V4 “Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar.” La Palabra dice que a este hombre se le había intentado dominar en muchas ocasiones, a través de colocarle cadenas y grilletes en sus manos y pies, pero ¿qué hacía con ellos? Los despedazaba y rompía todas esas cadenas que lo intentaban amarrar a un lugar. Ciertamente la fuerza física que este hombre tenía era excesiva, tanto así que era capaz de romper cadenas y despedazar grilletes (no quiero ni siquiera imaginarme lo que se sentiría que este hombre nos apriete duro del cuello con toda su fuerza).
Como último detalle (y no menos importante) es: leamos V5 “Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras”. Este hombre representaba un azote en esa zona, pues siempre andaba dando gritos y asustando a la gente que pasaba por allí tanto de día como de noche, la Biblia muestra que él no era violento con las personas, es decir, no atacaba ni agredía físicamente a las personas, sino que dice que él se hería con piedras, era violento consigo mismo.
En resumen podemos ver en qué condición se encontraba este hombre a causa de estar poseído por este espíritu inmundo:
Esclavitud: Lo que este hombre hacía no era porque él quería ni era por su voluntad, sino que el espíritu que lo dominaba era el que actuaba por él.
Inmundicia: El habitar en los sepulcros hacía que este hombre fuese inmundo constantemente, como lo eran los cuerpos muertos del lugar.
Muerte: Estaba rodeado de muertos, y él espiritualmente ya estaba muerto, además al herirse con piedras, lentamente estaba matándose físicamente.
Hermano y hermana que estás aquí escuchando esta palabra y leyendo este mensaje te pregunto: ¿Qué entiendes tú por posesión demoníaca? ¿Qué significa para ti la expresión “estar endemoniado”? quiero pedirte que por un momento pienses en esto… Para la gran mayoría de las personas, estar endemoniado se asemeja a una de estas definiciones:
“Un tipo de trastorno del comportamiento que se atribuye al apoderamiento del espíritu del hombre por otro espíritu”
“Trastorno psiquiátrico disociativo de la histeria, también llamado trance o posesión”
“El control interno, intermitente o permanente, por un demonio de las acciones del cuerpo de un ser humano”
Con estas definiciones (tomadas de internet) podemos ver que cuando una persona es poseída por un espíritu maligno (demonio) pierde completamente su noción y el dominio sobre su propio cuerpo (puede ser temporal o permanente), siendo dicho espíritu el que controla y “esclaviza” al poseído, así como lo vemos claramente en la Palabra de hoy. Algunos de ustedes estarán imaginándose en su mente imágenes como la del Exorcista, Marilyn Manson, escenas de brujería como se ven en las películas en las que la gente está con los ojos blancos y botando espuma por la boca y cosas como éstas… ciertamente estos casos son ejemplos evidentes de posesiones demoníacas.
Quiero decirles hermanos que nuestra sociedad actual está prácticamente en la misma situación que este endemoniado, estamos en un mundo en donde predomina la maldad, en un mundo en el que las posesiones demoníacas están a la orden del día. Cada día podemos ver en los noticieros (e incluso en nuestra misma comunidad) incontables casos de sucesos de violación y prostitución infantil, asesinatos a montones, depravaciones homosexuales, muertes por sobredosis y/o alcoholismo, destrucción de hogares a causa de la infidelidad, desmembramiento de familias por motivos de herencia y/o reparticiones de bienes materiales, todo esto son poderosas posesiones demoníacas que están ejerciendo una fuerza tan poderosa como la fuerza del endemoniado gadareno. Seguramente algunas de las personas que más queremos (familiares, amigos, etc) están siendo dominadas por alguna de estas posesiones demoníacas, y ciertamente para ellos no hay una salida, o mejor dicho, en su condición de dominados no pueden ver una salida para su situación.
Ahora bien… ¿Qué dice la Biblia al respecto? Mateo 10:1 dice “Entonces (Jesús) llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.” La Palabra dice que Jesús les dio autoridad a sus discípulos sobre los espíritus inmundos, esto quiere decir que si nosotros seguimos a Jesús, los espíritus inmundos (como los del endemoniado gadareno) ¡No tienen poder sobre nosotros! Entonces… ¿Cuál es la condición para que los demonios no nos posean ni tengan control alguno sobre nuestra vida? La respuesta es sencilla: Ser discípulo (seguidor) de Jesús.
Leamos V6-8 “Cuando vio, pues, a Jesús de lejos, corrió, y se arrodilló ante él. Y clamando a gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. Porque le decía: Sal de este hombre, espíritu inmundo” Jesús decía al demonio que saliera de ese hombre, quien al verlo se postró inmediatamente delante de Él, evidenciando el poder que Jesús tiene sobre ellos, pero en este pasaje podemos ver que el demonio no sale al instante, sino que aún permanece en el hombre… ¿Por qué? Porque Jesús quería primero que el hombre que estaba poseído se diera cuenta en qué condición se encontraba, quería que se diera cuenta que era un esclavo sometido a voluntad del demonio, leamos V9 “Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos.” Jesús hace una pregunta: “¿Cómo te llamas?” pero no responde el hombre sino el demonio que estaba dentro de él diciendo: “Legión me llamo; porque somos muchos”. Jesús hace esta pregunta para que el hombre se dé cuenta de quién era el que lo estaba atormentando durante tanto tiempo. La palabra legión era un término utilizado en la milicia romana para referirse a una multitud de soldados (hoy en día equivalente a batallón o pelotón) de aproximadamente 6000 personas. ¿Entonces este hombre tenía dentro de sí miles de demonios? ¡Pues si! Y eso era lo que Jesús quería que este hombre supiera antes de liberarlo.
Posterior a esto ocurre algo realmente extraordinario, leamos V11-13 “Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos. Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron.” Todos los demonios rogaron a Jesús que les permitiera entrar en los 2000 cerdos que estaban en un hato cerca de allí. La palabra dice que Jesús les dio permiso, fíjense que ahora cambian por completo los papeles, antes eran los demonios indomables pero ahora… ¡son ellos los que piden permiso a Jesús! ¿Quién es el Fuerte y quién es el débil?
La biblia nos enseña que todas estas cosas que vemos en lo material y en lo físico son el reflejo de una gran batalla espiritual entre el bien y el mal, la Biblia dice en Efesios 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” No es contra carne ni sangre, no es contra un gobierno ni una organización, sino contra todo un ejército equipado con una gran artillería de maldad, la lucha verdadera es entre Jesús y Satanás, pero Satanás en su maldad se aprovecha de los que no conocen a Jesús para dominarlos y poseerlos, sin embargo, Jesús venció a Satanás en la cruz, al morir por cada uno de nosotros, en especial por los que ahora están dominados y hundidos por sus pecados, pero ¿Cómo pueden hacer aquellos que están dominados y poseídos para ser libres? la palabra dice “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” (Romanos 10:9). Serás salvo o mejor dicho serás libre de esas cadenas que te han atado al fracaso y a la muerte y lo mejor de todo es que en Jesús NO volverás a estar dominado JAMAS por satanas. ¡Aleluya!
Luego de que los cerdos se ahogaran en el mar los que los apacentaban fueron a la ciudad a buscar gente para que vieran lo que había sucedido, y al llegar dice la palabra en el V15,16 “Vienen a Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. Y les contaron los que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los cerdos.” Posiblemente los que vinieron de la ciudad eran los dueños de los cerdos para saber qué era lo que le había pasado a sus animales, y cuando llegaron vieron al hombre que antes estaba endemoniado y desnudo (porque ahora estaba vestido), pero ahora en su sano juicio, tuvieron miedo y dijeron a Jesús que se fuera de allí (lo corrieron literalmente), y el hombre ya liberado quería estar con Jesús pero Él se lo impidió, más bien le encomendó que diese su testimonio a los habitantes del lugar de cómo Jesús había cambiado su vida y así lo hizo, de manera que los habitantes de las ciudades vecinas que ya lo conocían como un azote ahora era un hombre nuevo y totalmente diferente, y la biblia dice que las personas se maravillaban de su cambio (V20). Así como este hombre cualquiera de nosotros puede ser liberado de todas esas cadenas y posesiones malignas que nos quieran dominar por medio de aceptar que Jesús entre y gobierne en nuestro corazón y en nuestra vida.
Si tú has sido de los que has estado dominado por alguna de las posesiones demoníacas de este tiempo, y has estado tropezando y llevando mucho sufrimiento a causa de tu situación de la que no puedes salir, te digo que hoy Jesús te está preguntando ¿Cómo te llamas? ¿En dónde te encuentras? Si tan sólo confiesas a Jesús como tu Salvador y crees de verdad que Él puede liberarte, la Biblia dice: “SERAS SALVO” ¿De qué, de quién? salvo de satanas y sus posesiones, tendrás una vida nueva al lado de Jesús, en donde el maligno simplemente no podrá llegar hasta ti. ¿Quién dice Amén?
Oro para que los que ya hemos aceptado a Jesús como Salvador podamos ser de buena influencia para aquellos que tenemos alrededor, que están siendo fuertemente dominadas por satanas, que la iglesia de Cristo sea luz en los lugares donde hay tinieblas y rompamos con nuestro ejemplo cualquier posesión del diablo a lo largo y ancho del mundo… ¡AMEN!
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